Pachuca.— En lo que va de este 2024, en Hidalgo se han registrado tres incendios forestales, afectando una superficie de 2.19 hectáreas, de las cuales 0.44 corresponde a terrenos con árboles de renuevo, informó la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en su más reciente informe.
Es decir, de 1 enero al 1 de febrero, que es el último corte, del total de hectáreas siniestradas en Hidalgo, el 0.44 corresponden a superficie de arbolado de renuevo, es decir, son especies que se plantan para reforestar una determinada zona; mientras el 1.32 a terrenos arbustivo y 0.43 herbáceo.
Pese a que el número de incendios forestales no es grande, Hidalgo se ubica en el semáforo amarillo; sin embargo, los estados del país que están en alerta roja son Michoacán, con 194.09 hectáreas siniestradas; Puebla, con 90.50 hectáreas; Morelos, 84.02; Guerrero, 53.77; Jalisco, 12.46 6 y Estado de México 5.50.
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Como dato, para el combate de estos tres incendios en el estado de Hidalgo, se han empleado un total de 71 personas, entre personal del estado, Protección Civil municipal y voluntarios.
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La mayoría de los incendios forestales son provocados por acciones humanas. Un ejemplo son las quemas controladas que en esta época del año hacen agricultores, las cuales se les salen de control; también, las fogatas, objetos como botellas que tiran pueden originar un incendio en bosques.
Proponen castigos a personas que provoquen incendios forestales
Hace unos días, diputados locales propusieron una reforma al Código Penal de Hidalgo para tipificar el delito de incendio forestal, a quien provoque dolosamente uno o más incendios que dañen áreas naturales protegidas, de valor ambiental, forestal, agropecuario o área verde de suelo urbano de competencia estatal.
Este delito se sancionaría con una pena de uno a ocho años de prisión, así como multas que van de 200 a 500 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente, que equivalen a 21 mil 714 pesos a 54 mil 285 pesos de multa; estas sanciones podrían incrementarse si el daño excede dos hectáreas o si las áreas afectadas pertenecen a comunidades indígenas.
El diputado Julio Manuel Valera Piedras dijo que los bosques y selvas proporcionan importantes servicios ecosistémicos, como la regulación del clima y el ciclo hidrológico, incluyendo la recarga de acuíferos, la producción de alimentos y de diversos productos, la captura de gases de efecto invernadero y la calidad del aire que se respira, así como energía y materiales para la vivienda.
“Si estos servicios se pierden como sucede cuando se presenta un incendio forestal, se puede considerar como un desastre ambiental. Para que estos servicios continúen manteniendo la calidad de vida, es esencial que los ecosistemas se conserven o se recuperen, en particular en las áreas afectadas por actividades humanas”, dijo.
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