Pachuca.— Luego de siete sesiones ordinarias en la Sala de la Diputación Permanente, diputadas y diputados de la 66 Legislatura regresaron a sesionar en el Salón de Plenos del Congreso de Hidalgo, que, a pesar de las filtraciones y goteras, no se va a caer.
El presidente de la Junta de Gobierno, Andrés Velázquez Vázquez, informó que no hay nada de qué preocuparse pues no hay riesgo, pero sí la necesidad de atender los desperfectos que presenta el recinto, principalmente en la zona del techo, que es una de las más afectadas por el paso del tiempo y las condiciones climáticas.
El también coordinador de bancada de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) señaló que los principales detalles a arreglar son las goteras, filtraciones de frío, cambio de consola de sonido y el mantenimiento en la parte trasera del edificio, pero la remodelación tendrá que esperar hasta el próximo año.
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Andrés Velázquez indicó que todavía no determina el costo que tendrán estas reparaciones, pero que será entre diciembre y enero cuando cuenten con una cotización más adecuada para determinar el recurso que requieren estos trabajos.
“Se necesita hacer un análisis técnico real para saber en un momento dado qué se requiere. Si, sí, estaría contemplado (para el presupuesto 2025), porque como es un tema del techo y Pachuca es una ciudad con mucho viento, entonces, no quisiéramos que nos vaya a dar un susto. Vino Protección Civil, estuvo la Secretaría de Infraestructura y se han hecho análisis de suelo y estructurales para efecto de no poner el riesgo a nadie, pero sí es urgente atenderlo”.
Pese a ello, señaló que no representa un riesgo regresar al pleno y el próximo jueves se realizará el Parlamento Infantil, “y siempre es una gran satisfacción volver al pleno y convivir con los diputados”.
Agregó que la Torre Legislativa también presenta filtraciones de agua en las ventanas, además de que el aire acondicionado debe revisarse, lo que genera un gasto extra para material de limpieza.
Aprueba 66 Legislatura su primera reforma local
A casi tres meses de iniciar funciones, la 66 Legislatura aprobó su primer dictamen, el cual es referente a reformas a la Ley para la Atención y Sanción de la Violencia Familiar, así como al Código Penal para el Estado de Hidalgo.
Las modificaciones agregan un agravante de aumento de penas cuando las personas contra las que se comete violencia familiar sean mujeres embarazadas o con discapacidad, además de que se establece la incorporación de las Secretarías de Educación y Salud en el Subsistema Estatal para la Atención de la Violencia Familiar.
La reforma también instituye la obligatoriedad de capacitar al personal que atiende casos de violencia familiar y promover campañas de concientización.
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