PACHUCA. - Por motivos políticos, Max y otras personas tuvieron que salir de Haití y ahora buscan refugio en México, concretamente en Hidalgo. Con mochila, sleeping y cobijas, los hombres y mujeres de diferentes nacionalidades se postraron desde muy temprano a las afueras de las instalaciones Instituto Nacional de Migración (INM) en Pachuca, Hidalgo, en busca del papel que les autorice, ya sea por un año o cinco años, su estancia en México.
Su idea es obtener el refugio y emplearse en algún oficio, en el caso de Max comenta que es maestro “mueblista”, es decir, sabe de carpintería y en caso de obtener su documentación legal, le gustaría trabajar en un taller de carpintería.
Platica que estudió comunicación y que trabajaba en radio, pero sólo fue un año y medio a la escuela, pues la situación social y política de Haití se tornó complicada y tuvo que salir del país. “Somos haitianos, vinimos a México queremos buscar trabajo, sólo necesitamos una carta que nos autorice ya sea para un año o cinco”.
Te podría interesar
“Con esa carta puedo ir a cualquier lado para hacer cosas que necesito”, expresó Max y los demás asentían con la cabeza, en seña de estar de acuerdo con lo que él decía.
Te podría interesar
En Haití – dicen – la situación es bastante complicada, “hay problemas políticos, problemas sociales, manifestantes todo el tiempo, muere gente, no hay seguridad, por eso vamos a otro lado a buscar mejor vida”.
Max y sus acompañantes migrantes (tres hombres y una mujer) vienen de Tapachula, Chiapas, y hasta ahora su travesía ha sido buena, incluso agradecen que hay personas que se acerca a darles de comer, que les ofrece un taco y otras que les explica muy bien cómo llegar a los lugares.
Aún no saben dónde dormirán, no obstante, cargan sus cobijas, sus sleeping, por si acaso tiene que ser en la calle o haciendo fila para ser atendidos en Migración.
Su ingreso a México fue por Chiapas, ellos confían en que no les negarán el permiso y más adelante cuando ya estén establecidos, puedan también traer a sus familias que dejaron en Haití. “Está muy complicada la vida allá ahora”.
Un poco desconfiados y con poco dominio del español, el único que accedió a la entrevista fue Max, sus compañeros sólo escuchaban y asentían.
Cabe mencionar que cuando este medio de comunicación acudió al Instituto Nacional de Migración, donde también se encontraba una visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) quién les cuestionó respecto de su estancia en el país y si ya contaban con los permisos necesarios.
mai