PACHUCA.- Corría el año 2014, Enrique Peña Nieto era presidente de México y el país se estremecía con la noticia de 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. Ese mismo año, en octubre, el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, hoy, en prisión preventiva , visitó a Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de gobernación, para pedirle que lo ayudara a contener la presión ejercida contra su oficina desde el despacho presidencial porque agentes ajenos al caso estaban interfiriendo indebidamente con las pesquisas.
De acuerdo con la publicación en The Washington Post de Ricardo Raphael, “Murillo Karam se quejó con Osorio por las llamadas constantes de parte del consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos Cervantes, para exigirle que cerrara cuanto antes la investigación del caso Ayotzinapa”.
El 7 de noviembre, Murillo Karam informó en conferencia de prensa que las investigaciones habían concluido con la teoría criminal que dio origen a lo que se conoció como la “verdad histórica”, hoy una mentira al descubierto. Murillo no actuó solo, según las investigaciones también estaría involucrado Tomás Zerón de Lucio, entonces director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quien previamente trabajó con el padre de Humberto Castillejos y que en el momento de las investigaciones respondía políticamente al consejero jurídico de la presidencia.
Te podría interesar
¿Verdad o mentira histórica?
De acuerdo con el guion fabricado en la verdad histórica, los jóvenes normalistas habrían sido asesinados e incinerados en el basurero de Cocula y cuyos restos habrían terminado en las aguas del río San Juan. Esto habría llevado a Murillo Karam a cometer uno de los tres delitos que se le imputan, la tortura.
Los funcionarios de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), bajo las órdenes de Murillo Karam, torturaron a una serie de testigos, para sostener la gran mentira. Esas mismas autoridades, de acuerdo con la actual Fiscalía General de la República (FGR), habrían obtenido restos de al menos dos normalistas que fueron manipulados para hacer más real la verdad histórica.
Te podría interesar
Las investigaciones realizadas por la Comisión presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (CoVaj) y por la Unidad Especial de Investigación y Litigación para ese caso, dependiente de la FGR, son contundentes: prácticamente nada de lo declarado por Murillo Karam aquel día es cierto. Ni los normalistas ni sus victimarios se desplazaron al municipio de Cocula aquella madrugada del 26 al 27 de septiembre de 2014. Así lo indica el análisis de telefonía y muchas otras pruebas y testimonios recabados durante los últimos ocho años.
La audiencia y su vinculación a proceso
Jesús Murillo Karam acudió a la audiencia donde fue vinculado a proceso a partir de tres argumentos. Primero, el ministerio público infiere que la tortura sufrida por los falsos testigos confesos no podría haber ocurrido sin el conocimiento del entonces procurador. Segundo, se afirma que, al haber validado públicamente “la verdad histórica” Murillo desvió el curso de las investigaciones y por tanto cometió el delito de obstrucción de justicia. Tercero, dice contar con el testimonio de dos personas que habrían presenciado la participación del exprocurador en eventos de tortura, así como en el momento exacto en que el Murillo ordenó la invención ficciosa del caso Ayotzinapa.
Lee también en LSR Hidalgo: Juan dejó una niña y dos bebes; extorsionador lo asesinó en Tizayuca; bloqueo continúa
Por orden del juez, Murillo permanecerá en prisión otros 90 días, donde duerme desde su detención el 19 de agosto de 2022. Aunque buscaron cambiar la medida cautelar alegando además de los padecimientos médicos del exfuncionario, entre ellos una “deficiencia del metabolismo neurológico” y un caso complicado de hipertensión. Según señaló Cuauhtémoc Vázquez González de la Vega, quien se presentó como abogado con maestría en el sistema penal acusatorio, experto en riesgos procesales y fue servidor público por más de 25 años, diez de los cuales fue en la Procuraduría General de la República cuando Murillo Karam era el titular.
Por los delitos que le acusan, el exfiscal afronta decenas de años de prisión. Solo por desaparición forzada podrían caerle hasta 40. Murillo tiene 74 años.
(Texto completo en The Washington Post)
¿Qué sigue para el exgobernador de Hidalgo?
Durante la audiencia, la FGR pidió al juez seis meses para el cierre de la investigación complementaria, tiempo necesario para recabar testimonios como el de Mercedes Doretti, del Equipo Argentino de Antropología Forense, buscar las grabaciones de drones en el basurero de Cocula, Guerrero, pedir a las compañías telefónicas la sábana de llamadas telefónicas realizadas por el exprocurador y solicitar varios archivos en poder la se Secretaría de Marina.
No obstante, a solicitud de la defensa de Murillo Karam, el juez concedió 90 días corridos a partir del 24 de noviembre para que presenten las pruebas necesarias a favor de su cliente.
jgp