PRD Hidalgo se aferra a su sede
Con el riesgo de perder el edifico ubicado en la calle Tierra y Libertad en Pachuca, el Partido de la Revolución Democrática Hidalgo (PRDH) se aferra a mantener la posesión del inmueble que por años ha sido la sede estatal de dicho instituto político, esto, luego que el llamado sol azteca perdiera su registro a nivel nacional por no alcanzar el 3 por ciento de la votación valida emitida en las pasadas elecciones del 2 de junio, por lo que se encuentra en proceso de liquidación jurídica y administrativa ante el Instituto Nacional Electoral (INE). El reto de la dirigencia estatal a cargo de Margarita Ramos Villeda es demostrar que el edificio fue adquirido con recursos estatales. Hasta el momento, el INE no ha resuelto el asunto, por lo que las oficinas del PRD Hidalgo se mantienen en la propiedad.
Contaminación en Tula
Debido a los “altos niveles de contaminación en la calidad de aire” por las condiciones actuales de movimiento de masas, el gobierno de Tula de Allende canceló el desfile de primavera y el acto cívico que estaban programados para este viernes 21 de marzo “como medida preventiva” luego de las recomendaciones emitidas por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath). De acuerdo con el Sistema de Monitoreo Atmosférico estatal (Simaeh), la concentración de material particulado PM10 en Tula alcanzó los 254 microgramos por metro cúbico, lo que se clasifica como “muy mala” y presenta un “alto riesgo” para la salud.
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El fin del INAI
La desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y la creación del organismo "Transparencia para el Pueblo" marcan un cambio significativo en la rendición de cuentas en México. Aunque el gobierno federal sostiene que esta reforma busca fortalecer la transparencia y mejorar el acceso a la información, preocupa que el nuevo modelo quede bajo la supervisión de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, lo que podría comprometer su autonomía e independencia. Además, la posibilidad de reservar información por hasta 10 años bajo criterios ambiguos genera dudas sobre si esta transformación realmente garantizará el derecho ciudadano a la información o si, por el contrario, lo limitará. La transparencia y la protección de datos son pilares fundamentales de una democracia sólida; cualquier intento de debilitarlos, incluso bajo el argumento de modernización, debe ser observado con rigor.