Guanajuato.- Desde los primeros años posteriores a la fundación de Guanajuato capital, el 28 de diciembre de 1741, la ciudad fue construida entre cerros y montañas, se edificaron casas para los trabajadores de las minas, sin ninguna planeación urbana, que dieron origen a los más de 3 callejones existentes en la actualidad.
La construcción de las calles subterráneas comenzó en 1883 con el túnel, "El Cuajín", diseñado para controlar las inundaciones. Posteriormente, en la época de Porfirio Díaz, se iniciaron otros túneles como "El Minero" y "La Galereña" para aliviar el tráfico vehicular. Y la construcción de túneles viales específicos como el de "Los Ángeles" comenzó alrededor de 1979.
Se construyeron aproximadamente 23 túneles que forman una red de calles subterráneas de casi 9 kilómetros, para lo cual tuvieron que cruzar por muchos de los callejones, rescatando algunas viviendas que quedaron sobre las estructuras viales.
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Lo anterior dio origen a un atractivo turístico muy apreciado por los turistas, tanto por el colorido de sus casas, como la arquitectura de las mismas, ya que están como aferradas a las laderas de los cerros y barrancos, creando un paisaje impactante, lo que ofrece una sensación visual como si estuvieran “colgando” o suspendidas en los cerros.
Sólo basta caminar o circular en vehículos por los túneles de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad para admirar estas “casas colgantes”, en donde surge la pregunta de si podrían caerse, con la respuesta de que muchas de estas viviendas se conservan desde los inicios de la construcción de los túneles, aunque algunas fueron renovadas y otras tienen vigas de soporte para evitar que se caigan.
Por ello, la construcciones en las laderas que da lugar a un laberinto de estrechos y sinuosos callejones, los túneles que cruzan por las casas colgantes y la plazas, son las principales atracciones turísticas de esta ciudad capital.
