Guanajuato.- La mayoría de los vehículos que circulan por la ciudad de Guanajuato utilizan la calle Miguel Hidalgo, mejor conocida como La Subterránea, una vialidad que el pasado 28 de septiembre cumplió 60 años de funcionamiento, y para conmemorar este acontecimiento, la Dirección General de Cultura y Educación instaló una exposición integrada por fotografías antiguas de los arcos, muros, puentes y bóvedas de esta joya arquitectónica que empezó a funcionar en 1964.
La construcción de esta vialidad se debió principalmente al problema del caudal de agua que baja de los cerros, especialmente en temporada de lluvias, lo que provocaba inundaciones con pérdidas humanas y materiales, por lo que se decidió levantar los niveles de construcción de los edificios centrales para contener el paso del río. Por falta de terreno plano, los ingeniosos guanajuatenses cimentaron sus edificios en cada lado de la cañada, hasta que gran parte del rio quedó cubierto bajo la cuidad, en lo que ahora son los grandes arcos, bóvedas y puentes que se obervan al transitar por esta vialidad.
El cronista Eduardo Vidaurri Aréchiga señaló que La Subterránea se construyó entre 1963 y 1964 sobre el lecho del río y representa el eje principal de la estructura urbana de Guanajuato, obra que representó una inversión de 11 millones de pesos de ese tiempo y que fue inaugurada por el entonces presidente de México, Adolfo López Mateos.
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Detalló que los accesos de la Subterránea hacia el exterior se construyeron en el siguiente orden: Primero el ubicado frente a la Plaza Allende, el segundo junto a lo que fue el Bar El Incendio, después el que está junto al Templo de San Diego, le siguió el que está abajo de la Plazuela de Los Ángeles, enseguida el ubicado sobre Avenida Juárez y Jardín Reforma, el sexto fue la rampa que baja a un costado del Mercado Hidalgo, después el del puente abajo de la Cruz Roja y al instalarse la Comercial Mexicana se construyó el otro acceso, con sus dos sentidos de circulación.
Esta vialidad sobre del Río Guanajuato mide 4 kilómetros, aunque sólo son 2 kilómetros los que abarca La Subterránea, proyecto que realizaron los arquitectos Raúl Izquierdo y Francisco Artigas, y el ingeniero Sánchez de Tagle.
La Subterránea, es la calle más fotografiada de la ciudad por los turistas y la más representada en pinturas y grabados por artistas locales y foráneos.
Para saber
La ciudad de Guanajuato se edificó originalmente sobre una cañada principal y otras cañadas secundarias con pendientes laterales.
La historia de los túneles se remonta a la época porfiriana en el siglo XIX, cuando inició la construcción del túnel de “El Cuajín”, el 4 de junio de 1883, para controlar las inundaciones que provocaba el Río Guanajuato, con una extensión de 1,162 metros y 7 de diámetro, que empezaba en la Hacienda de San Agustín, lo que es hoy el Mercado de Embajadoras, y terminaba en la Presa.
Durante el Porfiriato se construyeron el Teatro Juárez, el Mercado Hidalgo y el túnel del Coajín.
Guanajuato se modernizó y así se edificó la red vial para vehículos, por lo que las vías subterráneas tuvieron que construirse en las entrañas de los cerros.
Para la década de los años 50, las aguas fétidas de la capital se entubaron, se cubrieron con pavimento, así nació la calle Padre Belaunzarán en el año 1951. Esta vía subterránea se destinó a la circulación vial que después se prolongó con la avenida Miguel Hidalgo, ahora conocida como La Subterránea.
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Para 1979 se inició la construcción de las primeras vías subterráneas para uso de automovilistas y transporte como los túneles Los Ángeles y Diego Rivera, El Minero y La Galereña.
Cruzar los túneles de Cuévano, a pie o en automóvil, puede ser una experiencia emocionante y digna de contar por los turistas.