Celaya.- La historia se Celaya cambió hace 25 años, lo que debería ser un día de convivencia familiar en la ciudad se convirtió en una pesadilla y es que varias explosiones cimbraron la ciudad y dejaron decenas de personas sin vida y centenares de lesionados, un día trágico, fue un domingo negro.
A pesar del paso del tiempo, los celayenses recuerdan con tristeza el horror que se vivió la mañana del domingo 26 de septiembre de 1999 pues lo que parecía ser un día tranquilo la explosión hizo cimbrar el corazón de la ciudad de Celaya.
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Ese día marcó a muchos celayenses, huérfanos, viudas, personas que resultaron mutiladas, personas que perdieron a sus hijos, escenas de terror presenciadas por rescatistas que intentaban salvar a la mayor cantidad de personas afectadas por 3 explosiones seguida de una más fuerte.
Domingo negro
Celaya quedó marcada el domingo 26 de septiembre de 1999, ese día toneladas de pólvora que se encontraban almacenadas de manera clandestina en una bodega; 3 explosiones seguidas hicieron volar por los aires locales de la calle Antonio Plaza de la Central de Abastos.
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Alrededor de las 10:00 de la mañana un fuerte estallido cimbró los alrededores de la calle Antonio Plaza, casi de inmediato se registró una segunda explosión y unos 30 minutos después hubo otra explosión, fue la más fuerte, se escuchó a varios kilómetros de distancia.
Estas explosiones provocaron la muerte de decenas de personas y a cientos les provocaron diversas lesiones y al sitio llegaron socorristas, bomberos, policías que empezaron a auxiliar a la gente afectada y además había periodistas que registraban el hecho.
En ese momento hubo un otra explosión y hubo caos, imágenes de víctimas tendidas en la calle hubo imágenes publicadas en los diversos medios de comunicación en los que quedó constancia del terror que se vivió ese día como la imagen de un periódico estatal en donde se ve a 2 personas que van cargando a un joven de la zona del desastre y se observa que ambas piernas las tiene amputadas hasta la rodilla.
Autoridades dieron a conocer que el saldo de la tragedia fue de 72 personas muertas, y 350 personas lesionadas. Aunque hubo quienes dijeron que murieron más de 100 personas.
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También informaron autoridades que comerciantes almacenaban de forma ilegal 4 toneladas de pólvora que fueron las que provocaron la desgracia. El propietario de Abarrotera Celaya, Ignacio Ojeda, murió en el lugar ese día y su esposa Angélica Vargas Bocanegra, pasó 10 años en la cárcel.
CM