León.- Tan sólo al escuchar la palabra ahuehuete llegan a la mente de inmediato los dos primeros pensamientos: Un árbol milenario que sobrevive a las orillas de ríos y manantiales, y un tronco de dimensiones impresionantes. Y enseguida, se tiene una intensión de algún día visitar los municipios de Guanajuato en los que se encuentran estos árboles impresionantes.
Los ahuehuetes, considerados desde 1921 como símbolo nacional de México, se encuentran dispersos en varios rincones de Guanajuato y para quienes deseen admirarlos les compartimos de una manera general los sitios más notables en donde se pueden admirar estos árboles de troncos asombrosos, los cuales se encuentran protegidos en parques y centros turísticos para evitar que sean vandalizados.
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El Ahuehuete de La Huerta
A sólo 20 minutos de San Migue de Allende se encuentra el Ahuehuete de La Huerta que tomó el nombre de la comunidad en la que se encuentra. Un motivo atractivo para visitarlo es que para llegar hasta el lugar donde se encuentra este árbol majestuoso se tiene que pasar por un túnel de unos 400 metros de longitud.
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Este árbol tiene una circunferencia de aproximadamente 20 metros (10 metros de diámetro), de tal forma que para abrazarlo se requiere de entre 18 y 20 personas uniendo sus brazos extendidos.
Se estima que tiene alrededor de 450 años y se le considera el segundo ahuehuete con el tronco más grueso de México y de todo el mundo, sóolo por debajo del Árbol del Tule que se encuentra en Oaxaca, con 2 mil años de antigüedad y un tronco con 28 metros de circunferencia (14.5 metros de diámetro) y serían necesarias al menos 30 personas con las manos entrelazadas para abrazarlo.
Ahuehuete de Las Fuentes
En la comunidad de Las Fuentes, en San Francisco del Rincón, cerca de las comunidades El Maguey, Jesús del Monte, California y El Mezquitito, se encuentra uno de los más viejos ahuehuetes de Guanajuato, el cual tiene alrededor de 1,000 años, y tiene un tronco de 10 metros de circunferencia (5 de diámetro), por lo que para abrazarlo se requieren de 10 personas con sus brazos extendidos entrelazados.
En los alrededores donde se encuentra este longevo árbol se encuentran también otros ahuehuetes que sobreviven con el agua de un manantial.
Debido a que este viejo ahuehuete era objeto de actos vandálicos, se le colocaron a su alrededor protecciones y se optó por cobrar 10 pesos para permitir las visitas, para con esos recursos darle al sitio el adecuado mantenimiento.
Ahuehuetes de Las Musas
También se pueden admirar estos mega árboles en el Parque Las Musas, que se encuentran en los cauces del río Colorado, en Ciudad Manuel Doblado, los cuales tienen alrededor de 200 años en ese sitio de ensueño.
El nombre del lugar proviene de una leyenda que relata que 2 hijas de un hacendado, en tiempos de la colonia, acostumbraban bañarse en el río, sitio en el que un día fueron asesinadas. Posteriormente los lugareños veían a sus espíritus flotado en las aguas del río.
Parque Ojo de Agua de Tarandacuao
En se construyó el Centro Recreativo Ojo de Agua, donde se encuentra una alberca de grandes dimensiones, en cuyo espacio hay unas escalinatas para entrar a las aguas cristalinas de un manantial que alimenta a varios ahuehuetes que casi rodean todo el balneario.
El agua del manantial fue primeramente utilizada para dotación de agua de las comunidades aledañas, como el ejido Ojo de Agua, San Juan y Barrio de Santiago, después para el riego de cultivos, posteriormente para el servicio de agua potable de Tarandacuao, y debido a su belleza natural engalanada con ahuehuetes se acondicionó el balneario de lo sería este Centro Recreativo para fines turísticos.
El Paseo de los Sabinos
En Jerécuaro, se pueden contemplar los ahuehuetes en un área de 2 kilómetros, bañando sus gruesas raíces en las corrientes del río Tigre, en el Eco Parque Los Sabinos que se encuentra a 188.6 kilómetros de León (Pasando por Silao, Irapuato, Salamanca, Celaya y Apaseo el Alto). Dichos árboles gigantes tienen en el lugar alrededor de 500 años.
El lugar es conocido como “Paseo de los Sabinos” y los árboles tienen alrededor de 500 años en este lugar en donde se respira tranquilidad y armonía con la naturaleza.
Los 3 ahuehuetes de Yuriria
Tres viejos y deteriorados ahuehuetes se encuentran en las cercanías del Convento de San Pablo en Yuriria, los cuales esconde una leyenda en la que los pobladores de ese entonces sufrieron de los ataques de chichimecas y se llevaron a mujeres del lugar.
Se organizó un plan de rescate comandado por Antón Trombón, que con una estrategia nocturna logró ahuyentar a los chichimecas y entre los rescatados se encontraba su esposa María Pacueca, pero el hijo de ambos no fue encontrado.
Por eso, 2 de los 3 viejos ahuehuetes recibieron el nombre de la pareja y al tercero lo llamaron “El Niño Perdido”.
Para saber
Los ahuehuetes se encuentran en casi todo el país, excepto Baja California y la península de Yucatán.
En varias lenguas originarias tienen su nombre: ahuehuetl en náhuatl, auolí en guarijío, chuche en tének, matéoco en rarámuri, ndoxinda en popoluca, pémjamu en purépecha, quitsincui en zoque, tnu-yucu en mixteco, yaá-yitz en zapoteco y zexni en hñähñu; y en español ahuehuete, sabino o ciprés.
Este árbol dan nombre a lugares: En Guerrero, Oaxaca y Puebla hay localidades que se llaman Ahuehuepan, Ahuehuetes, Ahuehuetitla, Ahuehuetitlán, Ahuehuetla y Ahuehuetzingo. En Guanajuato está Pénjamo y Penjamillo en Michoacán, Sabinas en Coahuila y Sabinas Hidalgo en Nuevo León.
Es un árbol muy longevo que puede vivir más de 2,000 años y llegan a medir más de 40 metros de altura, con un diámetro en su tronco de hasta 14 metros.
En Guanajuato, su nombre procede del náhuatl y significa “un árbol viejo de agua” debido a que crece en la orilla de los ríos o manantiales y no pierde nunca su follaje.
Se le conoce como: ahuehuete, sabino, ciprés mexicano, ciprés de Moctezuma y ahuehué.
El nombre del municipio de Pénjamo, antes era llamado Pénxamu o Penalamu, en lengua purépecha significa “Lugar de ahuehuetes o sabinos”.
No son todos los lugares donde estos árboles milenarios sobreviven, pues los hay en Celaya, Pénjamo y otros municipios, aunque con lo anterior, si te gusta admirar este tipo de maravillas de la naturaleza, programa un fin de semana para que, en solitario, en familia o con amigos, puedas tener la experiencia de estar aunque sea por unos breves momentos bajo la sombra de estos mega árboles.