Acámbaro.- Todas las presas de Guanajuato fueron construidas con el objetivo de asegurar el suministro de agua a los municipios, tanto para consumo humano como para apoyar la producción agropecuaria, sin embargo, en el área en donde se encuentran existían comunidades que tuvieron ser reubicadas, ya que todo el espacio que ocupaban sus pobladores quedó bajo el agua.
Todas las presas tienen también una historia similar y como en todas esas comunidades afectadas lo más relevante que tenían eran sus templos, los cuales fueron edificados con cimientos, paredes y techos con una firmeza como para enfrentar el paso de los años, y cada año, cuando empiezan a bajar los niveles de agua previos al inicio de cada nueva temporada de lluvias, vuelven a surgir las partes altas de sus estructuras e incluso totalmente se pueden ver de nuevo en años de sequía.
Este es el caso de la Parroquia de San Pedro, en Acámbaro, edificada en el siglo XVIII en la comunidad Puruagüita, que quedó sumergida en las aguas de la Presa Solís, cuya construcción inició en 1939 sobre el cauce del Río Lerma y fue inaugurada el 15 de mayo de 1949 por el entonces presidente de México, Miguel Alemán Valdés.
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Cada año, cuando baja el nivel de la presa o cuando ha habido sequía en las que casi queda seca, se pueden apreciar las ruinas de este templo, el cual conserva sus cubiertas a base de bóveda de crucería, de cantería y un ábside en la parte posterior donde se encontraba el altar que en su parte superior tiene una cúpula en forma de media naranja con interinilla, además de un arco en donde era el coro.
De acuerdo con algunos historiadores, la instalación de Puruagüita donde se encuentra la iglesia en ruinas fue en 1685, sus pobladores vivían en casas de adobe y a su alrededor había poblados como Estanzuela, Paso de Ovejas y Puruagua.
Este templo hundido se localiza a 20 minutos en automóvil desde Acámbaro, y se puede llegar en un kayak o conducir una moto acuática hasta las ruinas, para atravesar el interior del templo de apariencia colonial e incluso casi tocar el techo, de acuerdo al nivel de agua de la presa.
Para saber
Cabe mencionar que la construcción de la Presa Solís implicó la reubicación de 22 poblados a nivel regional entre los municipios de Acámbaro, Jerécuaro y Tarandacuao, entre ellos la comunidad de Puruagüita que desapareció completamente y sólo quedó el templo dedicado al apóstol San Pedro, que tiene sólo una nave y un sólo acceso, con estructura de mampostería de piedra, cal y arena.
La Presa Solís beneficia a más de 24 mil familias productoras agrícolas de Acámbaro, Salvatierra, Jaral del Progreso, Cortazar, Villagan, Irapuato, Salamanca, Abasolo y Pénjamo.
Su embalse, con una capacidad de mil 200 millones de metros cúbicos, cada año alberga a miles de aves migratorias y una gran reserva de peces que alimentan a decenas de familias de pescadores de Acámbaro, Jerécuaro y Tarandacuao.
Se te gustan las experiencias llenas de adrenalina, imagínate entrar en kayak o en una motocicleta acuática y recorrer el interior del Templo de San Pedro, lo cual puedes hacer realidad realizando este encuentro especial con el pasado.
Además, podrás disfrutar con un juego en esferas flotantes y degustar los antojitos que se venden en esa zona.
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