León.- "La última vez que estuve ahí no fue hace mucho, fue poco antes de que cerrara el cine de la Gran Plaza, que está enfrente. Cuando salí de ver una película fui a las Rockstar Burguers, esa fue su primera sucursal y de hecho es uno de los pocos locales que siguen funcionando en la plaza" expresó para La Silla Rota un vecino de la zona.
La Plaza Insurgentes, situada sobre el bulevar Adolfo López Mateos, entre avenidas Alud y Paseo de los Insurgentes en la colonia Jardines del Moral, fue uno de los primeros centros comerciales de León, con más de 30?años de historia. Hoy, el lugar luce casi abandonado debido al crecimiento de la ciudad y el surgimiento de los grandes centros comerciales.
Auge y apogeo
Durante la década de 1990, la plaza fue un espacio vibrante, lleno de locales, restaurantes, bares y tiendas. Fue comparada con la vieja “oruga” comercial previa a la apertura de centros como Plaza Mayor.
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Uno de los establecimientos más grandes del lugar fue una tienda de instrumentos y accesorios musicales, que después se convirtió en la primera sucursal de las famosas Rockstar Burguers. Además, la ubicación estratégica frente a la Gran Plaza permitió que la Plaza Insurgentes contara con cientos de visitantes cada día durante mucho tiempo.
Declive y abandono
Con la llegada de plazas más modernas hacia los años 2000, Plaza Insurgentes entró en crisis, pues cada vez menos personas iban. Muchos locales cerraron y quedaron desocupados, sin el mantenimiento necesario, lo que la convirtió en un espacio semidesierto y deteriorado.
Leyendas urbanas
Su abandono alimentó a creación de historias y rumores. Algunos aseguran que se apareció el diablo en sus instalaciones. A pesar de ello, la plaza se resiste a morir, permaneciendo de pie aunque rodeada de melancolía.
¿Qué encontrarás hoy?
Solo algunos negocios rompen el ambiente lúgubre y la sensación de desolación: la sucursal de Rockstar Burguers que fuera la primera en la ciudad, una heladería, una pizzería, una tienda de productos esotéricos y naturistas, y una sede de Alcohólicos Anónimos. De manera que de los 50 locales disponibles, tan solo una quinta parte mantienen con vida a la plaza.
Al lugar acuden solo algunas pocas personas que trabajan cerca, o que visitan alguno de los establecimientos mencionados. En los pasillos de la plaza, que está dividida en tres islas, se pueden ver murales, graffitis y otros signos de deterioro, como olores desagradables y vidrios quebrados.
¿Por qué visitarla?
- Un viaje visual a los años 80-90 en León.
- Sitios de interés para exploradores urbanos y amantes de lo fotogénico en ruinas.
- Un lugar donde convergen historia, abandono y folklore urbano.
- Apoyo a los comerciantes locales que aun trabajan en la plaza.
Visita con cautela
Aunque la plaza puede ser un testimonio del León de antaño y un rincón para quienes buscan comprender la transformación urbana de la ciudad, las condiciones en las que se encuentra y la poca afluencia de visitantes han provocado el mal uso de sus espacios, por lo que es mejor evitar ponerse en riesgo ante la posible inseguridad.
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FN
