León, Gto. — En medio de la atmósfera templada de un día en el Bajío, el ambiente en torno al Club León hierve: existe —según múltiples reportes— una oferta seria de un fondo extranjero para adquirir una participación mayoritaria del club. Pero como buen entramado del futbol mexicano, lo que parece simple “compra-venta” trae capas de cláusulas, tensiones normativas y la sombra de la multipropiedad que acecha. Aquí te va todo lo que sabemos (y lo que no) para sacar tu propia conclusión.
¿Qué está pasando?
El Grupo Pachuca —que controla al Club León y también al Club Pachuca— ha puesto al club esmeralda en una mesa de negociación. Según reportes recientes, se busca vendérsele hasta el 60 % de las acciones, mientras que Grupo Pachuca conservaría al menos el 40 %.
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Existe un fondo de inversión extranjero citado como interesado. Según los medios: “un grupo internacional” como candidato principal.
La razón oficial detrás del apuro: el club se encuentra bajo la lupa por el tema de “multipropiedad” (dos equipos con el mismo dueño) y por ello podría perder derechos internacionales. De hecho, la FIFA sancionó al León por ese motivo en marzo de 2025.
El periodista David Faitelson ha señalado que la operación, tal como está planteada, no resuelve el problema de raíz de la multipropiedad, ya que conservar 40 % puede seguir generando el mismo conflicto institucional.
¿Por qué ahora?
El León ganó la Concacaf Champions Cup y calificó para el Mundial de Clubes 2025, pero fue excluido precisamente por la cuestión de la propiedad múltiple. Esa sanción (o amenaza de sanción) pone presión para cambiar de estructura.
En el futbol mexicano, la normativa empieza a moverse hacia mayor transparencia en la propiedad de clubes, lo que obliga a los dueños a plantear cambios.
Para Grupo Pachuca, desprenderse de la mayoría del León permitiría “limpiar” la ficha de propiedad, pero al mismo tiempo conservar influencia. Es una jugada entre dejar ir y seguir mandando.
¿Qué se negocia exactamente y cuáles son los “pero”?
Lo que se negocia:
Venta de ~60 % del Club León a inversionista extranjero o nacional.
Grupo Pachuca conservaría ~40 % y control deportivo (o al menos dirección).
La operación podría formalizarse a mediados de 2026, según uno de los reportes.
Los “pero”:
¿Conservar 40 % realmente evita la “multipropiedad” en los términos de la FIFA/Conmebol o los organismos pertinentes? Algunos analistas (como Faitelson) dicen que no alcanza.
No está claro aún quién es exactamente el fondo extranjero, sus condiciones, qué tan comprometido está y si habrá cláusulas que limiten la operación.
Existe el riesgo de que la afición lo vea como “vendieron al León” sin garantía de que la operación beneficie al club de corazón. La identidad del club, su base social y su ciudad podrían ver impacto.
La cláusula de que el club permanezca en León o en Guanajuato aparece en algunos reportes como exigencia para concretar la venta.
David Faitelson ha sido bastante directo: en su análisis ha señalado que esta operación no cambia lo fundamental: la estructura de propiedad sigue ligada a Grupo Pachuca. En su opinión, “esto es largar el problema, no resolverlo”.
En otras palabras: él ve la jugada como un parche, no como una solución definitiva.
5. ¿Qué significa para la afición, para el club y para la Liga MX?
Para la afición del León:
Podría significar nueva inversión, quizá mejores recursos, mayor visibilidad internacional.
Pero también incertidumbre: ¿el club seguirá en la ciudad como hasta ahora? ¿Con la misma misión? ¿Se cambiará de identidad o se “americaniza”?
Para el club en sí:
Un cambio de dueños/inversionista puede aportar capital, infraestructura, talento global.
Pero puede desencadenar tensiones internas: quién manda, qué estrategia deportiva se sigue, qué pasa con los actuales contratos, la cantera, etc.
Para la Liga MX:
Si se concreta sin incumplir normas de propiedad, puede abrir la puerta a más inversión extranjera (ya lo miran como modelo).
Si se “vende” pero el dueño original conserva control efectivo, puede volver a haber sanciones internacionales o descrédito del sistema.
Lo que no sabemos (y debemos vigilar)
El monto real de la oferta o de lo que se negociará.
Identidad completa del fondo extranjero.
Si habrá cláusula de “se queda en León/Guanajuato”, o de no cambiar sede.
Cómo se restructurará la propiedad para cumplir con reglas internacionales en caso de participación en torneos globales.
Qué pasará con la participación del club en torneos internacionales (dada la sanción reciente).
La oferta por el Club León es más que un simple cambio de dueño: es una señal de que el futbol mexicano está cambiando sus reglas de propiedad, aunque quizá no tan rápido ni tan profundo como quisieran algunos. La jugada de Grupo Pachuca al vender mayoría pero conservar presencia puede interpretarse tanto como prudente como evasiva. Si fuera yo (sí, ya lo sé, me pongo el chaleco del reportero), diría que la operación solo tendrá sentido si va acompañada de una reforma real de gobernanza en el club.
Para la afición: ojo. Esto puede traerte mejoras, pero también riesgos de perder identidad o de encontrarte con un club que “no es el mismo”. El club está en una encrucijada: o evoluciona hacia un modelo moderno con transparencia, o se queda como víctima de sus propias estructuras antiguas.