León.- En el Barrio del Coecillo hay un canal de aguas conocido como “El Arroyo del Muerto” y quienes por la noche tienen que pasar por uno de sus puentes, sobre todo si no hay más personas en los alrededores, no dejan de sentir temor debido a una antigua leyenda.
La gente cuenta que por el año de 1826 había una mujer llamada Inés que era muy bonita y vivía en ese barrio, que es de los más antiguos de la ciudad. Su belleza atraía a muchos pretendientes, aunque Inés sólo tenía ojos para un joven llamado Santos Ramírez.
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La hermosa mujer, cada vez que iba hasta la Placita de Santiago para comprar mandado para la comida se encontraba con Santos y ambos compartían momentos agradables y el joven la acompañaba de regreso a su casa.
En el mismo barrio había otro hombre que la pretendía, sin embargo, cuando se acercaba a Inés ésta lo rechazaba de mala manera.
El despecho empezó a apoderarse de aquel hombre y buscó la forma de vengarse por los desaires de Inés, por lo que una noche fue a buscar a Santos, al que insultó y lo retó a pelear.
Enseguida le pidió a Santos que lo siguiera y éste lo persiguió por la calle de la Plaza de San Juan y apenas dobló la esquina, su rival lo sorprendió y le clavó un puñal en el pecho.
Las autoridades lo buscaron al asesino, quien logró darse a la fuga y por varis semanas después del crimen nada se supo de él, hasta que un día dos amigos que cruzaban por el Puente del Coecillo, cerca del arroyo, encontraron su cuerpo flotando en el agua y platicaron que tenía una expresión de terror y varias puñaladas en el cuero. Y nunca se supe quién lo había asesinado.
Tiempo después, en ese mismo lugar se pondría una placa en honor al difunto que rezaba lo siguiente: “Santos Ramírez falleció el 5 de Junio de 1826. A Dios rogamos por su descanso eterno”. Todavía estuvo esa lápida, aunque ya no existe ni la casa en donde estaba y su lugar lo ocupa un OXXO.
Desde entonces a ese pequeño riachuelo que sólo lleva a agua en el tiempo de lluvias le llaman “El Arroyo del Muerto” y, hay quienes dicen que el difunto al que se debe este nombre se sigue apareciéndo por el lugar donde lo encontraron sin vida.
Para saber
El Arroyo del Muerto, se sitúa a poca distancia del Puente de El Coecillo y se dice que allá por los años 20 del siglo pasado se le dio este nombre, aunque no se sabe con exactitud por qué.
En 1831, se hizo la propuesta de construir un puente que permitiera el paso a los caminantes de la zona a un costado del Río de los Gómez, justo enfrente de lo que hoy se conoce como el Mercado República.
Desde entonces se le llamó el Puente del Muerto a tal sitio, hasta que, por haberse empezado a desplomar su bóveda, fue necesario demolerlo y luego reconstruirlo.
En 1910, el Ayuntamiento presidido por Jesús D. Ibarra, le dio el nombre de Puente de la Independencia, pero no fue aceptado por la gente pues todos les seguían llamando el Puente del Arroyo del Muerto.
