León, Gto. – El bulevar Adolfo López Mateos, una de las arterias viales más importantes de la ciudad se convirtió este mediodía en el epicentro de una contundente protesta. Taxistas de base y conductores de aplicaciones de transporte, un sector que históricamente ha mantenido diferencias, unieron sus voces y vehículos para denunciar lo que califican como una "persecución" y "abuso" por parte de las autoridades municipales de Movilidad y Tránsito.
La manifestación, que incluyó el cierre total de la vialidad con vehículos y el uso de piedras para bloquear el paso, se desencadenó, según los propios manifestantes, tras la detención de una unidad de plataforma digital por parte de elementos de tránsito, presuntamente de manera injustificada.
Uno de los conductores afectados, quien prefirió mantener el anonimato, relató a este medio la creciente frustración del gremio:
"Hacemos cierre para que el gobierno nos deje trabajar", declaró. "Tenemos problemas con la policía, con movilidad, con cualquier dependencia del gobierno, ya nos dan la lata. Ya no podemos abordar en un lugar, desabordar, porque luego llegan y nos quieren hacer una infracción".
El detonante directo de esta movilización fue una multa y la detención de un vehículo "solo por un desabordo", explicó el conductor. Añadió que, durante el incidente, "golpearon a dos compañeros", intensificando la indignación entre los presentes.
Los manifestantes
Señalaron que estas acciones buscan, a su parecer, "darles juego a los taxistas sacar multas" y "sacarnos a los molestos" para "dejar trabajar puros verdes" (en referencia a los taxis tradicionales). Sin embargo, la propia presencia de taxis verdes en la protesta desmiente esta división, evidenciando una problemática que afecta a todo el sector del transporte público individual.
La situación generó un monumental caos vial. El puente de López Mateos y las calles aledañas quedaron completamente cerradas, obligando a los automovilistas a buscar rutas alternas y causando retrasos significativos. Las autoridades municipales se presentaron en el lugar, aunque la magnitud de la protesta y la determinación de los conductores dificultaron una resolución inmediata.
Esta protesta no es un hecho aislado. En los últimos meses, tanto taxistas tradicionales como conductores de aplicaciones en León han expresado su descontento por las regulaciones percibidas como excesivas, las multas elevadas y la falta de un diálogo efectivo con las autoridades para establecer un marco de operación claro y justo para todos los involucrados en el transporte de pasajeros.
