León, Guanajuato.- En las orillas del Barrio del Coecillo, en León, cada jueves de 8 de la mañana a 3 de la tarde se despliega un tianguis conocido popularmente como “La Plancha”. Este mercado al aire libre se ha convertido en un punto de encuentro para los leoneses que buscan desde productos básicos hasta prendas de vestir a precios accesibles.
Con la llegada de diciembre, el ambiente festivo se hace palpable en “La Plancha”. Los puestos se llenan de artículos navideños, y las pacas de ropa —grandes lotes de prendas de segunda mano— se convierten en el principal atractivo para quienes desean renovar su vestuario sin gastar de más. Entre montañas de ropa, los compradores “le rascan” con entusiasmo, esperando encontrar ese suéter navideño perfecto o una prenda especial para las festividades.
“¡Pásele, no se me duerma, aquí todo está de remate, hasta los calzones! ¡Llévese la prenda navideña!”, grita un vendedor encaramado en lo alto de una pila de ropa, atrayendo a los compradores con su energía contagiosa. La variedad es amplia: camisetas, sudaderas, pijamas, ropa deportiva, shorts, chalecos y ropa formal, con precios que oscilan entre los 20 a 100 pesos por prenda.
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Marta Ortiz, una asidua visitante del tianguis, comenta mientras rebusca entre las pacas: “A mí me gusta venir aquí todos los jueves. Generalmente hago la despensa o compro lo que me haga falta en la casa, además de echarme mis tacos al vapor con ‘El Chino’. Pero esta vez sí vine a comprarme un suéter navideño para mí y para mi hija. Ya llevo como 20 minutos rascándole a la paca; apenas encontré el de mi hija, me falta el mío. Traigo 100 pesos de presupuesto; con eso seguro consigo algo bueno”.
El término “paca” se refiere a los fardos o lotes de ropa usada que se comercializan en mercados y tianguis. Estas prendas, provenientes de donaciones o excedentes de inventario de tiendas, ofrecen una alternativa económica y sostenible para quienes buscan vestirse a la moda sin afectar su economía. La práctica de “rascarle” a la paca implica buscar minuciosamente entre las prendas para encontrar aquella que se ajuste al gusto y necesidad del comprador.
El Tianguis del Coecillo no solo ofrece ropa. Sus pasillos albergan una diversidad de productos: frutas y verduras frescas, calzado, juguetes, artículos para el hogar y una amplia oferta gastronómica que deleita a los visitantes. La atmósfera es animada, con vendedores pregonando sus mercancías y familias enteras recorriendo los puestos en busca de las mejores ofertas.
La tradición de los tianguis en León es profunda. Según la Dirección de Comercio y Consumo, la ciudad cuenta con 224 tianguis, cada uno con su propio encanto y especialidad. Sin embargo, “La Plancha” del Coecillo destaca por su tamaño y la variedad de productos que ofrece, siendo un reflejo de la cultura y dinamismo de la comunidad leonesa.
A medida que avanzan las semanas de diciembre, la afluencia en el tianguis aumenta. Las familias buscan no solo prendas de vestir, sino también adornos y elementos para decorar sus hogares, manteniendo vivas las tradiciones navideñas. La experiencia de recorrer “La Plancha” se convierte en una actividad que va más allá de las compras; es un espacio de convivencia, donde se fortalecen los lazos comunitarios y se vive el espíritu festivo que caracteriza a la temporada.
Para quienes deseen visitar el Tianguis del Coecillo, este se ubica en las calles Candelaria y Cerro Prieto, entre las colonias La Brisa y el Barrio del Coecillo. La recomendación es acudir temprano para aprovechar las mejores ofertas y, por supuesto, llevar calzado cómodo para recorrer sus extensos pasillos.
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