Guanajuato, México.- Campesinos del estado de Guanajuato arrancan una caravana de tractores este miércoles, rumbo a la Ciudad de México. Mauricio Pérez, líder del Movimiento Campesino Guanajuatense, informó que ya iniciaron las pláticas con productores para evaluar quiénes están dispuestos a participar y si existe la fuerza suficiente para organizar la movilización.
El Gobierno del Estado difundió este martes una alerta en donde afirma que la caravana está programada para este miércoles 3 de diciembre, saliendo de varios municipios guanajuatenses. Las autoridades advierten que no serán bloqueos de carreteras, pero ciertamente los tractores podrían ocasionar problemas de tráfico vehicular.
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Pérez explicó que la idea central no es realizar bloqueos, sino salir en caravana por carreteras del estado como una demostración de unidad y presión política ante la falta de resultados en las negociaciones con autoridades. El dirigente insistió en que, aunque no se ha tomado la decisión final, la organización avanza.
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El planteamiento de una caravana surge después de semanas de tensión en Guanajuato, donde a finales de octubre y principios de noviembre se registraron decenas de bloqueos en distintos puntos del estado, desde la 45D Salamanca–Celaya hasta tramos de la León–Aguascalientes, la federal 51 y zonas de Pénjamo, Abasolo, Uriangato e Irapuato. Aquellas jornadas dejaron kilómetros de tráfico detenido y un fuerte impacto económico para transportistas y empresas del corredor industrial.
Aunque una mesa con la Secretaría de Gobernación ayudó a desactivar los cierres carreteros, los agricultores sostienen que sus demandas siguen sin resolverse: precios de garantía justos para el maíz, certidumbre hídrica y claridad sobre la nueva Ley de Aguas. Incluso existen carpetas de investigación abiertas contra campesinos guanajuatenses por obstrucción de vías federales, entre ellos el propio Mauricio Pérez.
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En ese contexto, la advertencia de una caravana campesina reaviva la tensión en el país. La dirigencia aún no define el recorrido ni los puntos de reunión, pero adelanta que diciembre no pasará desapercibido. La decisión final dependerá de cuánta gente esté dispuesta a sumarse y del avance —o estancamiento— de las negociaciones con el gobierno.