ASESINATO EN LEÓN

Milagros de Monserrat estaba enferma del corazón; había comprado su depa y tenía planes

Milagros había sacado un departamento con su crédito Infonavit y lo estaba pagando. Ella tenía sueños y quería seguir creciendo. Era una persona responsable y seria en el trabajo.

Escrito en GUANAJUATO el

Ella estaba enferma del corazón.

Milagros de Monserrat Luna, la joven asesinada en la vía pública, frente a una cámara de video, tenía insuficiencia cardiaca y arritmia. El año antepasado estuvo hospitalizada durante una semana, por una crisis cardiaca, y ahora presentaba mejoría. Ella debía tomar todos los días dos pastilla para el corazón: una en la mañana y otra en la noche. Eso era para garantizar que su corazón latiera correctamente.

Milagros de Monserrat era un mujer de lucha. Desde niña, ella tuvo cáncer en un ojo y perdió la vista. Ella pasó su infancia en operaciones en el hospital y los médicos no pudieron salvarle el ojo. Milagros de Monserrat tenía una prótesis visual. Y había salido adelante, trabajando y estudiando, con una discapacidad.

Milagros de Monserrat trabajó en un Oxxo durante casi 7 años. Era muy trabajadora. Después consiguió un empleo en Waltmart y ya tenía 4 años en ese empleo. De hecho Milagros había sacado un departamento con su crédito Infonavit y lo estaba pagando. Ella tenía sueños y quería seguir creciendo. Era una persona responsable y seria en el trabajo.

Milagros se llamaba así porque fue una idea de su hermana mayor Lupita. La hermana decía que era un nombre muy bonito, Milagros, y su madre Ernestina, también quería el nombre de Monserrat, de tal forma que hicieron una composición muy bonita y única: Milagros de Monserrat. De cariño, sus hermanas le decían Mila. Ella era una hermana alegre y positiva, a veces tenía su carácter y se molestaba, pero primordialmente era una linda persona.

Sus vecinos la apreciaban. “Ella no hacía daño a nadie. Ella era buena”, contó una maestra.

Milagros de Monserrat no tenía novio. Nunca un hombre llegó a su casa a echar reja. Ella decía que no quería tener a un hombre que no trabajara y que representara un problema en lugar de una ayuda. Milagros veía que algunas amigas tenían que trabajar para mantener al marido flojo, y no quería pasar por eso. Así que se dedicaba a su familia y a su trabajo.

Todos los días entraba a las 7:00 de la mañana a Waltmart. Se iba caminando por el bulevar Insurgentes y se regresaba caminando, sin hacer paradas, ni pausas, sin distraerse, ni convivir con nadie.

Por lo mismo, hay desconcierto en la colonia Granada.

Una tristeza inmensa invade la calle Lago de Zumpango. En la banqueta, las vecinas colocaron un pequeño altar, con veladores y flores, para honrar a una mujer que tuvo una conducta intachable. Milagros de Monserrat descansa en paz.