El 19 de septiembre de 1985 quedó marcado en la historia de la Ciudad de México como el día en que un devastador terremoto sacudió la metrópolis. En medio del caos y la incertidumbre, uno de los momentos más destacados de aquel día fue la narración valiente y conmovedora de Jacobo Zabludovsky, uno de los periodistas más respetados de México. Su relato en vivo de los desastres que se desarrollaban en la ciudad no solo informó al público, sino que también demostró el poder de los medios de comunicación en momentos de crisis.
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Aquel jueves fatídico, la Ciudad de México se despertó con la sacudida inesperada de un terremoto que paralizó la urbe y sumió a sus habitantes en el pánico. Las comunicaciones se vieron gravemente afectadas, y las noticias sobre la magnitud de la tragedia eran escasas. El gobierno federal parecía lento en reaccionar, lo que dejó a la población en un estado de incertidumbre.
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Fue en medio de este caos que Jacobo Zabludovsky, un periodista con una vasta experiencia y respeto en el ámbito mediático, tomó la iniciativa de brindar información en tiempo real a través de su noticiero radiofónico. Su voz se convirtió en un faro de esperanza para muchos, ya que proporcionaba detalles sobre la situación mientras recorría la ciudad en su automóvil provisto de un teléfono, un lujo poco común en aquellos tiempos.
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La narración de Jacobo Zabludovsky: una crónica de desastre y solidaridad
La narración de Zabludovsky comenzó con su paso por el Ángel de la Independencia, un emblemático monumento de la Ciudad de México. A medida que describía su entorno, transmitía una sensación de tranquilidad, asegurando a los oyentes que, a primera vista, no parecía haber sufrido daños significativos. Sin embargo, a medida que se acercaba al corazón de la ciudad, la narración tomaba un tono más sombrío y conmovedor.
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El periodista se encontró con los edificios caídos de la calle San Juan de Letrán y, en ese momento, admitió haber experimentado un profundo shock. Su voz, que había permanecido serena y profesional, ahora reflejaba la gravedad de la situación. Zabludovsky no se limitó a informar; también instó a la solidaridad de todos los habitantes de la ciudad y de todos los mexicanos. Sus palabras se convirtieron en un llamado a la unidad y la ayuda mutua en medio de la tragedia.
El impacto duradero de la narración de Jacobo Zabludovsky
La narración de Jacobo Zabludovsky durante el terremoto de 1985 no solo fue un ejemplo de periodismo valiente y comprometido, sino que también dejó una huella indeleble en la memoria colectiva de México. A lo largo de los años, la grabación de su narración se ha convertido en una reliquia histórica que se retransmite anualmente en conmemoración del trágico evento.