CHENALHÓ, CHIAPAS.– Una piedra encontrada en un paraje de este municipio, ha despertado el fervor y la curiosidad de decenas de vecinos, quienes aseguran que en su superficie se aprecia la silueta de la Virgen de Guadalupe.
El hallazgo fue realizado por un habitante de la comunidad, quien afirmó que mientras trabajaba en el campo notó que una roca tenía una figura muy similar a la imagen mariana más venerada en México. La noticia se difundió rápidamente, atrayendo a curiosos y fieles.
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La piedra, que hasta hace unos días era solo un elemento más del paisaje, ahora se encuentra en la vivienda del descubridor, donde ha sido adornada con flores y veladoras. Ahí, los visitantes se detienen para rezar y rendirle honores como si se tratara de una aparición milagrosa.
Algunos vecinos afirman haber sentido paz y consuelo al observar la figura, e incluso han llevado a sus familias para “recibir bendiciones”. El lugar se ha convertido en un improvisado punto de encuentro para la comunidad.
Fenómeno que divide opiniones
No todos comparten la misma interpretación. Hay quienes sostienen que la figura es resultado de la pareidolia, un fenómeno psicológico que hace que las personas perciban formas conocidas en objetos inanimados. Para ellos, se trata más de una coincidencia visual que de un hecho sobrenatural.
Pese a las dudas, la afluencia de visitantes no ha disminuido. Personas de comunidades vecinas ya se han acercado para conocer lo que llaman “el milagro pétreo”, y algunos comerciantes locales han aprovechado la oportunidad para vender veladoras y recuerdos alusivos.
Este tipo de fenómenos no son nuevos en México. En años anteriores se han documentado supuestas apariciones marianas en lugares tan diversos como paredes, tortillas o cristales empañados. Entre los casos más recordados está la “Virgen del Metro Hidalgo” en la Ciudad de México.
Para la Iglesia católica, la veracidad de estas manifestaciones suele ser evaluada con cautela, y no siempre se reconocen como hechos milagrosos. Sin embargo, el arraigo de la devoción guadalupana en el país hace que muchas personas los consideren señales de fe.
En Chenalhó, el hallazgo ha generado un ambiente de expectación que combina fervor religioso, curiosidad y escepticismo. Lo que para unos es un signo divino, para otros es una muestra más de cómo la mente humana interpreta el mundo que le rodea.
Por ahora, la piedra seguirá siendo el centro de atención, y la comunidad de Chenalhó vivirá unos días marcados por oraciones, debates y anécdotas que quedarán en la memoria local, ya sea como un verdadero milagro o como una historia curiosa que unió a sus habitantes.
Contexto: Esta información refleja cómo las creencias y la identidad cultural influyen en la forma en que las comunidades interpretan hechos cotidianos, además de mostrar el impacto social que generan este tipo de hallazgos al convertirse en puntos de reunión, expresión de fe y debate entre el escepticismo y la devoción popular.