Para el delegado regional en Chihuahua de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), resulta complicado prever el impacto que tendrán los aranceles recíprocos a los bienes extranjeros que ingresen a Estados Unidos. Esto se debe a que, por el momento, se desconoce cómo las autoridades migratorias determinarán qué mercancías serán sujetas a los nuevos impuestos.
Acompañado por el representante del Gobierno Municipal de Ciudad Juárez en la ciudad de El Paso, Juan Cresencio Acereto, el delegado indicó que, antes de poder hablar sobre el impacto económico o las posibles pérdidas para la industria fronteriza, es necesario, en primer lugar, esperar a conocer qué mercancías y empresas se verán afectadas por los aranceles.
Aunque ambos destacaron que, al menos para la economía local, no se prevén incrementos significativos en los precios de los productos, debido a que la dinámica fronteriza se mantiene prácticamente igual, señalaron que un factor que podría influir en el aumento de precios es el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar. Afirmaron que en situaciones como esta, podría presentarse un incremento en el valor con el fin de evitar la “fuga de divisas”.
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Contexto: ¿Cómo los aranceles pueden afectar a las empresas?
En cuanto a las empresas que exportan sus productos a Estados Unidos, estas podrían enfrentar una disminución en sus operaciones debido a los altos costos que los aranceles podrían generar.
Respecto a las grandes empresas y consorcios internacionales, mencionaron que podrían sobrellevar la situación gracias a sus áreas de costos, que podrían determinar cuánto vale cada componente y cuánto tendrían que pagar, dependiendo del país de origen.
No obstante, lamentaron que las pequeñas y medianas empresas, que representan cerca del 40% de sus agremiados, probablemente no estarían preparadas para afrontar dicho impacto.
Por ello, el mensaje principal de Vázquez es unificar a todos los empresarios y las diferentes cámaras empresariales en un frente común, que proteja los intereses de las empresas fronterizas.
El propio Cresencio Acereto indicó que, en los próximos días, tiene programada una mesa de trabajo con el director de operaciones regional de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), Fernando Thome.
La razón por la que este encuentro no se había realizado antes es que el funcionario estadounidense se encuentra en Washington, D.C., evaluando cómo estos impuestos podrían afectar el cruce de mercancías en la frontera.
El principal problema que Vázquez destacó es que el ambiente de incertidumbre económica no solo ha detenido inversiones en esta frontera, sino que también ha llevado a que empresas abandonen gradualmente la región, en busca de mejores oportunidades de negocio en otros países.
Sin embargo, el representante del Gobierno Municipal subrayó que tanto la ciudad como el estado en general poseen la ubicación geográfica, la logística y la “seguridad” necesarias para seguir siendo uno de los destinos más atractivos para el comercio internacional a nivel mundial.
“Ciudad Juárez es y seguirá siendo la frontera número uno y eso se lo digo porque, en términos geopolíticos y de nuestra ubicación geográfica, y las oportunidades que tenemos con nuestro talento, hablan mucho de lo que podemos seguir haciendo para que esta ciudad siga dándole trabajo a los jóvenes talentos”, comentó.
Cambio de jugada, pero mismas condiciones para mexicanos y canadienses
La tarde del miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una pausa de 90 días a los aranceles recíprocos que iban a aplicarse a más de 75 países, los cuales entrarían en vigor este miércoles 9 de abril. En su lugar, informó que se aplicaría un arancel universal del 10% a todos los productos extranjeros que ingresen a la unión americana.
Cuando se le preguntó sobre la situación de México y Canadá, socios comerciales a quienes no se les impusieron aranceles recíprocos, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, aclaró que estos países no estarían sujetos al 10% universal, y que los impuestos del 25% al aluminio y al acero seguirían vigentes.
El propio canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, confirmó la noticia a través de una publicación en su cuenta de X.
Sin embargo, los empresarios fronterizos siguen con la incertidumbre respecto a qué productos serán sujetos a los aranceles al momento de ingresar a los Estados Unidos.
