El director de Seguridad Pública de Coyuca de Benítez, ubicado en la región de la Costa Grande de Guerrero, fue ejecutado a balazos y su cuerpo abandonado sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
La víctima fue Jaime Maciel Ramírez, quien se desempeñaba como director de la policía municipal en esta localidad, conocida como la Puerta de la Costa Grande. De acuerdo con las autoridades, habitantes de la colonia Brasilia informaron que encontraron el cadáver de un hombre a un costado de la carretera, pero desconocían su identidad.
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Hasta el momento, el alcalde Víctor Hugo Catalán Díaz, quien llegó al cargo por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no se ha pronunciado ni hecho comentarios al respecto de este lamentable suceso.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero ha abierto una carpeta de investigación por el homicidio del director de la Secretaría de Seguridad Pública de Coyuca de Benítez e iniciado las primeras diligencias para determinar quién o quiénes estuvieron detrás de su asesinato.
Historial de violencia en la región
Cabe recordar que en la administración pasada, bajo el gobierno del ex edil Osiel Pacheco, también se registró un ataque perpetrado por grupos de la delincuencia organizada. El secretario de Seguridad Pública y el director de la policía municipal fueron ejecutados.
El 22 de octubre de 2023, Alfredo Alonso López, secretario de Seguridad Pública, y Honorio Salinas Garay, director de la Policía Municipal, fueron asesinados en una emboscada, junto con 11 uniformados. La balacera fue reportada a través del teléfono de emergencias 911 en la comunidad de El Papayo, cerca de la escuela primaria 18 de Marzo. Las autoridades federales hallaron los cuerpos de las víctimas con múltiples impactos de armas automáticas AK-47, conocidas como "cuernos de chivo."
En ese caso, no hubo detenciones de los responsables de asesinar a la mayoría de los miembros de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio. Un año después, un grupo de sicarios fue abatido por elementos de la Armada de México y del Ejército Mexicano en el municipio de Tecpan de Galeana, durante un enfrentamiento con al menos 90 delincuentes que intentaban atacar a los Granados, quienes controlan la plaza en esa cabecera municipal.
Desmantelan en Acapulco una red de videovigilancia
En otro operativo por mantener la seguridad en el estado, la Secretaría de Marina Armada de México desmanteló en Acapulco una red de videovigilancia que fue instalada en postes de energía eléctrica y de teléfonos de México, por parte de la delincuencia organizada para monitorear a las fuerzas federales y evadirlas.
Esta red de videovigilancia, fue descubierta por ciudadanos que observaron que particulares estaban subiendo a los postes a colocar cámaras de vigilancia e informaron a las autoridades quienes de inmediato procedieron a inspeccionar la zona donde se montaron.
Según personal de Octava Región Naval realizaron el desmantelamiento de los que ellos llamaron "Cámaras parásitas", que sirven para vigilar a las fuerzas de seguridad del gobierno y así evitar circular por esas calles a fin de evitar ser detenidos.
Se retiraron 11 equipos de videovigilancia
Según los datos, al menos 11 equipos instalados en postes fueron retirados por infantes de marina en varias calles de este municipio. Las cámaras aseguradas fueron puestos a disposición ante la Fiscalía General del Estado (FGE), con la finalidad de integrar la carpeta de investigación correspondiente.
Es importante señalar que, este delito se caracteriza por el uso de sistemas de vigilancia no autorizados para obtener información sobre movimientos de las fuerzas de seguridad, con el objetivo de facilitar actividades delictivas.
Gracias a denuncia ciudadana se logró desactivar dichas cámaras reduciendo así las capacidades de grupos delincuenciales para el trasiego de drogas y actividades de narcomenudeo.
Debido Acapulco es muy grande en extensión territorial, con varias colonias populares y área rural, autoridades investigarán si existen más dispositivos de videovigilancia de la delincuencia organizada para espiar los operativos de los cuerpos de seguridad de los tres ordenes de gobierno.
Este modelo de dispositivos fue copiado de otros cárteles que operaban en el estado de Sinaloa, donde recientemente autoridades federales encontraron que todo el municipio del noreste estaba monitoreado por los delincuentes, por lo que hacía difícil la tarea de los cuerpos de seguridad y la captura de los criminales.