VIOLENCIA EN JALISCO

Ser policía en Jalisco bajo el acoso del CJNG; “te siguen hasta tu casa”, revelan

El CJNG impone su control en el estado, con policías admitiendo que no pueden enfrentarlos sin poner en riesgo sus vidas y las de sus familias

Policías denuncian que el CJNG los vigila constantemente y ataca a quienes intentan resistirse
Policías denuncian que el CJNG los vigila constantemente y ataca a quienes intentan resistirse Créditos: Cuartoscuro
Escrito en ESTADOS el

Ser policía en Jalisco es una profesión de alto riesgo. Durante el sexenio de Enrique Alfaro, el crimen organizado asesinó a 141 agentes de Seguridad Pública estatal y municipal. Algunos oficiales admiten sentir miedo ante grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que han consolidado su dominio mediante la violencia.

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Este conteo fue realizado por la asociación civil Causa Común, abarcando el periodo del 6 de diciembre de 2018 al 5 de diciembre de 2024: 

  • Año 2019: 29 policías asesinados
  • Año 2020: 22 policías asesinados
  • Año 2021: 25 policías asesinados
  • Año 2022: 22 policías asesinados
  • Año 2023: 24 policías asesinados
  • Año 2024: 12 policías asesinados
  • Más 7 agentes del Ministerio Público 

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La lista incluye, además, agentes del Ministerio Público y jefes de área de la Fiscalía del Estado. Hasta ahora, todos estos crímenes siguen impunes, sin detenidos relacionados.

Uno de los casos más recientes fue el de Jaime Navarro Hernández, director de seguimiento a procesos de la Fiscalía del Estado, quien fue asesinado a tiros en octubre de 2024 en la avenida Alcalde y Circunvalación, en Guadalajara. Navarro Hernández acababa de salir de los Juzgados Penales de Puente Grande, donde lideraba un equipo de Ministerios Públicos encargados de lograr sentencias y acusar a delincuentes.

Otro crimen impactante fue el de Gerardo Insua Cassao, jefe de supervisión de la Policía del Estado, quien fue asesinado frente a su familia mientras se encontraba en su día de descanso en el fraccionamiento Real del Valle, en Tlajomulco de Zúñiga, en abril del año pasado.

También se encuentra el caso de Fernando Pérez, un policía de Guadalajara, quien fue baleado por sicarios mientras atendía un reporte en la colonia Lagos de Oriente.

Un policía de Jalisco cuenta cómo el CJNG somete a sus compañeros

“Aquí el problema es que el ‘CJNG’ son los que mandan, ellos deciden en qué momento van a matar a alguien. Uno como elemento no puede enfrentarlos porque luego vienen por ti, te siguen hasta tu casa, saben quién es tu esposa, tu familia. Muchos compañeros caen en sus garras por cuatro mil o cinco mil pesos a la quincena, y tienes que seguir sus órdenes. Hay otros que preferimos no agarrarles dinero, pero ellos de todas maneras tienen el poder de hacer lo que quieran”, declaró en anonimato un policía tapatío.

“El otro supuesto es que quieres agarrar a alguien de la plaza, y primero tienes que enfrentarte con tu comandante, que te ordena soltarlos e incluso pedirles disculpas a los delincuentes. Y si los detienes, debes llevarlos a la Fiscalía del Estado, donde otros agentes coludidos con la plaza les pasan tus datos y tu fotografía a las células, y es cuando van por ti”, agregó el gendarme.

Esta situación ocurre incluso en las policías con mayor capacidad de respuesta dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Sin embargo, en los municipios del interior del estado, donde algunas corporaciones tienen solo 30 elementos para vigilar extensos territorios, la situación es aún más crítica. Carecen de buen armamento, los vehículos no tienen blindaje y algunos apenas funcionan.

Cuando estas corporaciones se encuentran con un convoy del crimen organizado o de células independientes que quedaron tras el debilitamiento del Cártel de Sinaloa—enfrentado entre "Los Chapitos" y "Los Mayos"—, simplemente no intervienen. Los sicarios cuentan con camiones blindados y un poder de fuego que supera en un 10,000 % el armamento de los municipios más alejados de Guadalajara.

Actualmente, la Secretaría de Seguridad del Estado cuenta con 3 mil policías para vigilar los 125 municipios de Jalisco, divididos en 12 regiones como la Norte, Altos Norte, Ciénega, Sur, Amula, Costa Norte y Costa Sur.

Apenas un convoy de cinco patrullas estatales con 20 elementos debe hacer frente a células delictivas con 30 camionetas, cada una con cinco tripulantes armados con rifles, metralletas, granadas de fragmentación, drones e incluso lanzacohetes.

¿Cuáles son los estados donde más asesinan policías?

Jalisco ocupa el séptimo lugar en número de policías asesinados, superado por Veracruz (142), Michoacán (154), Zacatecas (168), Estado de México (169), Guerrero (171) y Guanajuato (363).

El recién nombrado secretario de Seguridad, Juan Pablo Hernández González, ha iniciado operativos en los que se han detenido a pistoleros en Teocaltiche, aunque no se ha precisado a qué grupo criminal pertenecen.

Para Francisco Jiménez Reinoso, investigador en temas de seguridad de la Universidad de Guadalajara, esta situación es consecuencia del abandono de las corporaciones policiacas.

Desde hace varias décadas se ha descuidado a las corporaciones policiacas en México. Mucho se les exige y mal se les retribuye. Así lo apreció finalmente la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco.

Sin duda alguna, los policías en Jalisco enfrentan con alto riesgo a la delincuencia y son vulnerables. También se les ha regateado sus prestaciones y condiciones laborales.

En la recomendación se solicita que se repare el daño a los familiares de policías caídos en cumplimiento de su deber, lesionados y desaparecidos, además de que se les aumente el salario y las prestaciones correspondientes”, afirmó el académico.

En municipios como El Salto, Jalisco, los policías carecen de seguro de vida desde hace décadas. A sus familias solo se les entrega un cheque de 150 mil o 200 mil pesos por la pérdida de su ser querido y se les sigue pagando el sueldo. Actualmente, estos agentes patrullan con pistolas tipo revólver calibre .38 y apenas cinco o diez balas, un panorama que hace que muy pocos se atrevan a enfrentarse al monstruo de la delincuencia organizada.