TUXTLA GUTIÉRREZ.— Durante cuatro meses, Ámbar Flores Esquinca, de 16 años, permaneció bajo resguardo del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Chiapas. Sin embargo, desde el pasado 7 de noviembre se desconoce su paradero. Según la ficha de búsqueda de la plataforma “¿Has visto a…?”, emitida por la Fiscalía General del Estado (FGE), la joven fue vista por última vez en la colonia Terán, al poniente sur de Tuxtla Gutiérrez.
Lo que más preocupa, denunció su madre, Ámbar Esquinca, es que el DIF estatal se ha negado a entregar videos que permitan conocer las circunstancias de su desaparición, pese a que la menor estaba bajo custodia de la institución “por una situación familiar”. Por ello, ya presentó una denuncia ante la Fiscalía del Estado.
Sin información del DIF y una investigación en curso
Ámbar es originaria de Tuxtla Gutiérrez. Entre sus características destacan un lunar en la mejilla derecha, tez morena clara, 1.52 metros de estatura y alrededor de 50 kilos de peso. La última vez vestía pantalón de mezclilla, playera café claro con estampado y tenis negros con rosa. Hasta ahora, ninguna autoridad ha fijado postura sobre el caso y se espera que el DIF Chiapas proporcione información que evite especulaciones.
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De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), la desaparición y desaparición forzada en Chiapas sigue siendo una realidad alarmante. De enero al 27 de octubre pasado, se documentaron 339 desapariciones —230 hombres y el resto mujeres— principalmente en Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, Berriozábal, La Concordia y Arriaga.
Una crisis que revela prácticas sistemáticas
Pedro Faro, integrante del Frayba, señaló que estos casos son cometidos principalmente por grupos criminales que actúan con impunidad y en complicidad con el Estado, lo que configura desapariciones forzadas. Por su parte, Raúl Vera López, presidente de la organización, advirtió que se trata de una práctica sistemática y generalizada sostenida por omisiones y, en algunos casos, participación directa del Estado.
Aseguró que la entidad enfrenta control armado, desplazamiento forzado y el sometimiento de comunidades enteras bajo el miedo. “Nos enfrentamos a territorios silenciados, mientras los gobiernos federal y estatal insisten en que todo marcha bien, pero sabemos que es todo lo contrario”, afirmó.
