CARNE DE CABALLO

La sangre que reveló el engaño: carne de caballo en tu bistec

Vecinos de Durango alertaron por sangre en las alcantarillas; el hallazgo destapó un fraude millonario: 20% de la carne vendida como res era de caballo; autoridades clausuraron rastros y comercios

La sangre que reveló el engaño: carne de caballo en tu bistecCréditos: Istockphoto | Ilustrativa
Escrito en ESTADOS el

Vecinos de la avenida La Salle observaron el 5 de septiembre cómo un líquido espeso y rojizo comenzó a brotar de las alcantarillas. El hecho provocó alarma y una denuncia ciudadana que condujo a un hallazgo insólito: un matadero clandestino que operaba sin control sanitario y arrojaba desechos animales al drenaje.

Inspectores de la Comisión de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (COPRISED), dirigidos por Saúl Fernández Saracho, ingresaron al predio y localizaron el origen de la sangre. Dentro del inmueble se sacrificaban caballos y vacas sin permisos ni medidas de higiene, lo que abrió una investigación por fraude y riesgo sanitario.

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El caso confirmó sospechas antiguas del sector ganadero local sobre la comercialización ilegal de carne equina bajo la etiqueta de res en mercados y taquerías de la región.

Dos de cada diez kilos no son de res

La Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), encabezada por Rogelio Soto Ochoa, estimó que al menos el 20 por ciento de la carne que se vende en Durango corresponde a equinos. Esta práctica constituye un fraude al consumidor, ya que la carne de caballo, con un valor aproximado de 70 pesos por kilogramo, se ofrece al público hasta en 200 pesos bajo la apariencia de res.

Soto Ochoa señaló que el problema central es el engaño comercial, no el tipo de carne. "El fraude está en vender una carne de 70 pesos como si costara 200. Te afecta el bolsillo", declaró.

Aunque el consumo de carne equina es legal si se realiza con control sanitario, el sacrificio clandestino representa un riesgo para la salud pública por la ausencia de inspecciones y manejo adecuado.

Clausuras y sanciones tras el hallazgo

Después del operativo del 5 de septiembre, COPRISED clausuró el matadero ilegal y abrió un procedimiento contra su propietario, quien enfrenta una multa superior a los 16 mil UMAs, equivalente a casi 2 millones de pesos.

La dependencia inició una serie de inspecciones en toda la entidad. Supervisó 58 rastros formales, suspendió dos de ellos por irregularidades y cerró 10 carnicerías y restaurantes donde se detectó venta de carne de caballo como res. También aseguró 13 lotes de producto de procedencia irregular.

Las autoridades estatales anunciaron que continuarán las verificaciones y los operativos en mercados y puntos de distribución.

Productores locales en crisis

El fraude de la carne equina se suma a una crisis que afecta a los ganaderos duranguenses. Según la UGRD, los productores locales solo cubren el 30 por ciento del mercado estatal, mientras que entre el 50 y el 55 por ciento del total proviene de importaciones, principalmente de Brasil.

Durante 2025, México ha recibido más de 65 mil toneladas de carne brasileña, una cifra ocho veces mayor que la registrada en los dos años anteriores. Esta competencia ha desplazado a los productores locales, quienes también enfrentan las consecuencias del cierre de la frontera con Estados Unidos por el brote del gusano barrenador desde noviembre de 2024.

Las pérdidas por esa medida superan los 2 mil 500 millones de pesos, y el mercado interno se ha vuelto insuficiente para absorber la producción nacional.

Llamado a frenar la carne importada

Ante este panorama, Rogelio Soto Ochoa pidió al gobierno federal y a los legisladores que regulen la entrada de carne brasileña, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos. Durante el foro “Escuchando las Voces del Campo”, solicitó también acciones urgentes para controlar el gusano barrenador y evitar más daños a la economía rural de Durango.

El rastro de sangre que brotó en La Salle no solo reveló un fraude alimentario, sino una red de prácticas ilegales que presionan a los productores y ponen en duda la carne que llega a las mesas de los consumidores.

VGB