OAXACA. - El encarecimiento de las rentas en Oaxaca, como una de las consecuencias de la gentrificación ha ido desplazando poco a poco a sus habitantes hacia la periferia en donde el acceso a servicio de transporte, educación o fuentes de trabajo, es más difícil.
En las últimas dos décadas, la residencia de extranjeros en Oaxaca creció en 403 por ciento. Hasta el año 2022 se tenían contabilizados 22 mil 659 inmigrantes extranjeros viviendo en la entidad, el 0.55% de la población total del estado de acuerdo con el informe Gentrificación Turística realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) del Congreso del Estado.
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Habitar en el casco de la ciudad, para quienes no cuentan con vivienda propia, se volvió un lujo: las rentas de espacios familiares rebasan los siete mil pesos mensuales y llegan a alcanzar hasta los 28 mil.
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Arely, el viacrucis de conseguir un hogar
La búsqueda de vivienda en renta hecha por Arely y su familia, ilustra la problemática. Durante más de un mes trataron de encontrar un espacio lo más cercano a su centro de trabajo y escolar, pero las rentas superaban su presupuesto familiar.
Ellos habitan en San Lorenzo Cacaotepec a 15 kilómetros de la capital. Para trasladarse diariamente se levantan a las 5 de la mañana.
“Vivo tan lejos que esta es la hora en que tengo que levantarme para llegar a tiempo a la escuela de mi hijo. Podría mudarme a una casa más cerca de la ciudad, pero con el presupuesto solo me alcanzaría para un cuarto con baño compartido y acá pues somos 4 gentes”, explica.
Durante su búsqueda, lo más accesible a su bolsillo lo encontraron en el municipio de Santa María Atzompa, ubicado a 7 kilómetros del centro de la ciudad. El pago de la renta era de 3 mil 500 pesos, por tratarse de personas conocidas del casero, sin embargo, el espacio era insuficiente y carecía de acceso al agua.
En 2022, el 5.8 por ciento del gasto de las familias lo destinaban a vivienda y servicios, mientras que el 16.5 por ciento era para transporte y comunicaciones según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Arely explica que en su caso destinan un presupuesto especial para la compra de gasolina, pero cuando rebasan el gasto, tienen que desplazarse en transporte público, que además de considerarlo inseguro, les implica ir a contra reloj para no perder la última corrida. Si esto sucede la única opción es usar taxi y pagar más del 50 por ciento de un día de trabajo ya que también este servicio se ha encarecido.
El desplazamiento de la clase trabajadora
La gentrificación, es un término acuñado en 1964 por la socióloga Ruth Glass, significa el remplazo de una población existente, por un fenómeno de retorno de la “gentry” (alta burguesía), que da como efecto el aumento de los precios de la propiedad y el desplazamiento de los residentes de la clase trabajadora, por otras clases de mayor poder adquisitivo.
Un proceso de gentrificación -apunta - da como consecuencia el encarecimiento de la vivienda, rentas y servicios, y puede generar el deterioro del paisaje urbano, precarización del empleo y desposesión simbólica, entre otros.
El mercado inmobiliario, señala el informe del Cesop, juega un papel preponderante al desplazar a la población residente por incremento del precio del alquiler, por desalojo pacífico (con fuertes compensaciones económicas) o de manera violenta (desalojos apropiamientos, amenazas, entre otros), así liberando el terreno para demás actividades comerciales
“Las zonas en donde se ha llevado a cabo el proceso de gentrificación se ubican con regularidad en barrios considerados céntricos, y que en un momento llegaron a verse devaluados, además de ser acreedores de una mala reputación, la misma situación ocasionó un descenso en los precios de alquiler y de los productos a disposición”, afirma.
Rentas por las nubes: Centro oaxaqueño con costos de hasta 28 mil pesos
En la capital de Oaxaca, rentar en puntos como la Colonia Reforma, San Felipe del Agua o incluso en algunas zonas de la Colonia Estrella, implica costos que van desde los 14 mil hasta los 28 mil pesos.
“Yo me pregunto, ¿Quién tiene un sueldo para desprenderte de 12 mil pesos para pagar la renta de una casa? ¿Quiénes son las personas que pagan desprendidamente esa cantidad y todavía les alcanza para vivir en un estado o ciudad en donde todo es caro? ¿Pienso quienes están llegando a vivir aquí que tienen ese poder adquisitivo? y en contraparte ¿En dónde estamos viviendo los locales que no podemos pagar esas rentas, en qué condiciones estamos precarizando nuestra vida?”, cuestiona Arely.
Una revisión realizada a Inmuebles24, plataforma en internet en donde se ofertan viviendas en renta y venta, detalla que los departamentos en renta con costo mínimo de 5 mil pesos se ubican fuera de la capital del estado en municipios como San Raymundo Jalpan, San Jacinto Amilpas, Santa Lucía del Camino, mientras que los que se encuentran en la capital lo están en las zonas limítrofes con otros municipios.
Una de las ofertas para habitar en el Centro Histórico es un departamento de dos recámaras, un baño con un costo de 17 mil pesos, rentar en la Colonia Reforma un departamento con tres recámaras, dos baños y estacionamiento tiene un valor de 14 mil pesos. Si se busca en San Felipe del Agua la renta es de hasta 25 mil pesos cerca del parque Colosio.
Lance Freeman, profesor de Planificación Urbana y Regional y Sociología de Penn Integrates Knowledge (PIK) en la Universidad de Pensilvania, quien ha publicado numerosos artículos en revistas arbitradas sobre temas relacionados con la gentrificación señala que las viviendas como propiedad son una variable muy importante para medir el impacto económico de este fenómeno.
Los propietarios de las zonas gentrificadas pueden obtener grandes beneficios financieros principalmente. La diferencia es abismal con quienes alquilan viviendas.
De acuerdo con datos del Inegi, Oaxaca es una de las 14 entidades del país en donde la población tiene mayor dificultad para hacerse de una vivienda, el principal motivo es no tener acceso a un crédito o no tener recursos para comprarla.
Un lujo para los oaxaqueños
Para Paulina, madre de dos niñas, señala que no sólo vivir en el centro histórico es un lujo impagable para las personas nacidas en la entidad, pasear en la otrora Verde Antequera Oaxaca, también lo es. Ingresar a un restaurante, comer una tlayuda en el mercado o incluso disfrutar de una nieve ha quedado alejado de sus bolsillos. “A veces prefiero quedarme en casa porque el dinero no alcanza”.
Ella habita a 15 minutos del primer cuadro de la ciudad y en una salida con sus dos hijas, por sencilla que esta sea termina gastando entre 500 y mil pesos.
Si hablamos del transporte el aumento ha sido exagerado. Para que esas tres personas viajen de ida y vuelta del centro a su casa requieren 51 pesos para el autobús y hasta 130 pesos si se trata de taxi.
Viviendas solo para ricos
Don Enrique coincide en señalar que las zonas más hermosas de la capital de Oaxaca dejaron de ser de sus habitantes. “En la actualidad es difícil adquirir una vivienda en el centro porque estamos hablando de millones. El sistema es el que nos va absorbiendo”.
Él habita en la colonia Aurora, a unos 20 minutos del centro de la ciudad. Para trasladarse hacia ese punto destina 8.50 pesos en el pasaje del autobús, si va con su familia resulta más caro y por eso prefiere no salir.
“A mí me da risa cuando dicen que con 200 pesos se puede vivir. Sólo que los enmiquemos y guardemos porque de otra manera no. Lamentablemente quienes están en el poder tienen las arcas abiertas y vivir con comodidad a diferencia de un ciudadano” dijo a La Silla Rota.