MEXICALI. – Desde inicios de junio, el presidente estadounidense Joe Biden ordenó la orden ejecutiva en la que se planteó la limitación de peticiones de asilo por parte de migrantes para entrar al país norteamericano, en este tema los activistas y defensores de las personas en calidad de movilidad humana pensaron que habría una gran crisis.
Pero el director de Atención Municipal al Migrante, Enrique Lucero, afirma que a un mes de distancia eso no ha pasado. Esto lo atribuye a que las nacionalidades que México aceptó recibir, venezolanos, cubanos y ecuatorianos, no están cruzando por esta frontera.
“Los más afectados son los de nacionalidad mexicana, que son a los que Estados Unidos puede retornar más fácil. Gran impacto en Baja California no se ha visto hasta el momento”, afirma.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Datos de la Oficinas de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dicen que por el Sector San Diego que abarca Tijuana y Tecate hubo casi 156 mil “Encuentros” entre agentes y migrantes de enero a mayo de este año.
Los mexicanos fueron el segundo grupo más grande de indocumentados, seguidos de Honduras, El Salvador y Guatemala, mientras que “Otras nacionalidades” ocupan el primer lugar, duplicando el cruce de mexicanos.
En los primeros cinco meses del año fueron deportados por Baja California 39 mil 883 personas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración (INM). Los números de junio, el primer mes bajo la orden ejecutiva de Joe Biden, no han sido publicados por CBP ni por el INM.
"Estados Unidos me gusta, pero no para vivir" Migrante se queda en Tijuana
Laura Soto Herrera llegó a Tijuana de Sonora con la intención de cruzar a Estados Unidos, pero ha cambiado de opinión.
“Pensé así: voy a ver cómo está la situación. Investigué y mejor aquí me quedo. Creo que Estados Unidos me gusta, pero como para irme a pasear, a hacer compras. No para vivir”, dice.
Quiere quedarse en esta frontera porque cree que puede abrir algún negocio para salir adelante. Mientras tanto, está en el albergue para migrantes Pro Amore, donde ayuda con lo que puede.
“Me gusta preocuparme también. Porque todos somos seres humanos, somos personas”, comentó.
Laura Soto tenía un mes en Tijuana cuando el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó la orden ejecutiva para detener los cruces irregulares, acelerando las deportaciones y retornos de quienes no comprueban una verdadera emergencia. La directora del albergue Pro Amore, Leticia Herrera, cree que esa medida ha funcionado para contener la migración indocumentada y Laura sería una muestra de eso.
“Lo logró porque todas las personas empezaron (a pensar): Me espero, me regreso o busco a dónde me puedo ir, pero no intentar pasar ilegalmente. Y creo que hicieron bien”, asegura.
Las personas que cruzan ilegalmente y son aseguradas bajo estos nuevos lineamientos, también enfrentan un castigo de 5 años sin ingresar a Estados Unidos. Tras la firma de la orden ejecutiva, algunos activistas manifestaron su preocupación por una posible crisis migratoria a causa de las deportaciones.