TAPACHULA, Chiapas. - La inflación y el creciente flujo migratorio han triplicado el costo para poder ayudar a un migrante que se encuentra en algún albergue de la zona, según la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Tapachula. Al recibir nulo apoyo por parte del gobierno, grupos ciudadanos asumen este gasto.
El costo diario para sostener a una persona migrante asciende actualmente a 1,200 pesos, esto representa un aumento del 200 por ciento más; haciendo una comparación con el 2016 la cantidad era de 400 pesos, un factor social que ha ocurrido a comparación de ese año son las caravanas migrantes, así lo indicó Jorge Zúñiga Rodríguez, presidente de la Canaco en Tapachula.
“Es básicamente el costo de hospedaje, aunque sea en una base migratoria tiene un costo que absorbe: los alimentos, la salud, el transporte y otros servicios. En los municipios, los servicios también tienen un costo," explicó Zúñiga Rodríguez en una entrevista con la agencia de noticias EFE.
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Entre inflación y migración
Esta situación refleja dos fenómenos: por un lado, la inflación subió en junio al 4.98 por ciento, con esta cifra se cumplen cuatro meses al alza y cerrando el primer semestre de 2024 en su nivel más alto del año, según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Por otro lado, la migración irregular interceptada por México aumentó cerca del 650 por ciento interanual, alcanzando un récord de casi 1.4 millones de enero a mayo, según el Instituto Nacional de Migración (INM).
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La situación afecta a organizaciones civiles en Tapachula, quienes denuncian que ellas son las que atienden a los migrantes debido a la falta de acción del Gobierno. El albergue Todo Por Ellos, uno de los más grandes de la frontera, es un claro ejemplo.
Lorenza Reyes, directora del refugio, señaló que se gastan 1,000 pesos diarios solo en una comida para los migrantes.
“Este albergue vive de la ayuda de personas de buen corazón. Vienen aquí y dicen: 'mire, esto trajimos para el albergue'. Aquí se les da hasta ropa y zapatos. Tengo un amigo que me apoya con la renta del albergue," comentó.
Reyes confesó que la cantidad de migrantes es abrumadora para las agrupaciones ciudadanas de la frontera sur. "Son demasiada gente, a veces me estresa, pero Dios cierra una puerta y abre otra. La fe es lo último que se pierde con todo este montón de gente" agregó.
Migrantes sobreviven gracias a la caridad
En este albergue viven migrantes que dependen de la caridad, como la venezolana Andreina Santana, quien huyó de su país debido a la discriminación de su familia y las pandillas que la amenazaban por ser integrante de la comunidad LGTBI. Ha llegado a Tapachula en espera de una nueva vida. “Yo sufrí discriminación en la calle. La gente me apunta, me ven como si estuviera haciendo algo malo," relató a EFE.
Otro caso es el del hondureño Edwin, quien reportó que sus gastos diarios incluyen transporte y el uso de baños, ya que la comida la otorga el refugio. “Por lo menos, gasto unos 200 a 250 pesos en comida y pasaje. Aquí el transporte es caro. Gracias a Dios que tenemos el apoyo de la señora que nos brinda las comidas" describió.
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