Puebla, Puebla.- Una persona muerta es el saldo preliminar de un siniestro que se registró en la autopista México-Puebla, a la altura del bulevar Hermanos Serdán, cuando un tráiler se impactó contra uno de los pilares que sostienen el segundo piso de la vialidad.
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El vehículo, que transportaba material de construcción, se incendió, bloqueando el paso en ambos sentidos. El chofer de la unidad de 35 años de edad murió en el accidente, mientras los restos de la cabina calcinada quedaron sobre el camellón que sostiene los pilares del segundo piso y el cemento que transportaba cubrió la autopista.
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Al lugar acudió personal de Protección Civil municipal y estatal para apoyar con el retiro del cemento a fin de reactivar la circulación en una zona de la vialidad que se encuentra dentro de la ciudad y que comunica con varias fábricas como la Volkswagen.
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Inaugurado en 2016 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto con un costo de 10 mil 500 millones de pesos y concesionada por 30 años a las empresas OHL y Pinfra, el segundo piso de la autopista México-Puebla pretendía disminuir el tiempo que tardaban los vehículos, en especial los de carga, en cruzar la ciudad de Puebla para continuar su camino rumbo a otros estados como Veracruz o Oaxaca.
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La promesa de cruzar los 15.3 kilómetros que separan la Volkswagen de la caseta a Amozoc en 10 minutos, en lugar de los 50 que podía tardar, no se vio cumplida ya que varios transportistas decidieron no utilizar la nueva vialidad por el costo extra de las casetas que son de 39 pesos para una motocicleta, 73 pesos para los automóviles, 182 para autobús y camión, y 291 y 328 para tráiler, dependiendo el tamaño.
Al pago extra se suma a la falta de accesos para entrar y salir del viaducto elevado, por lo que sólo un 10% de los cerca de 120 vehículos que circulan a diario por esa vialidad utilizan el segundo piso de la autopista.
Además, el final del segundo piso de la México-Puebla, cerca de la caseta de Amozoc, para conectar con la Puebla-Orizaba, se crea un cuello de botella que fue criticado por el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien aseguró que sólo se había construido con fines recaudatorios.
Sólo en 2023, el segundo piso de la autopista México-Puebla recaudó 433 millones de pesos.