OAXACA

Empresas se aprovechan de jóvenes por no tener experiencia y pagan 100 pesos por jornada en Oaxaca

En Oaxaca las empresas se aprovechan de la necesidad de los jóvenes y de la baja experiencia laboral por ello pagan 1,200 pesos a la quincena

Créditos: LSR/ Citlali López (Corresponsal LSR)
Escrito en ESTADOS el

OAXACA. - Conseguir un empleo digno es para muchas personas en Oaxaca una tarea sumamente difícil sobre todo para la población joven. Las ofertas de empleo son más que precarias, pues en muchos de los casos la paga que se ofrece es de 100 pesos por una jornada excesiva de 12 horas.

Dayana Figueroa, estudiante de universidad conoce perfectamente este fenómeno. La pandemia dejó problemas económicos en su familia que requerían de un ingreso extra. Decidida a ayudar se lanzó a las calles del Centro Histórico de Oaxaca con el objetivo de tener un empleo para combinar con sus estudios y así ayudar en el gasto de la casa.

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“Yo recorrí muchos lugares en el centro histórico en donde afuera de los establecimientos tienen letreros que dicen: ‘se solicita’. En realidad, es muy fácil entrar a trabajar, no te piden muchas cosas e incluso empiezas a laborar ese mismo día siempre y cuando estés dispuesto a cumplir un horario de 9 de la mañana a 9 de la noche por una paga de mil 200 pesos a la quincena, apenas si sacas lo de tu pasaje”, relata Dayana.

Cifras recopiladas en el estudio "El Panorama Educativo y Laboral de los Jóvenes en México" del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) indica que 6 de cada 10 jóvenes no participan en el mercado laboral; el 83 por ciento porque están centrados en sus estudios. De quienes sí buscan participar en la economía, dos de cada 10 no buscan empleo porque no consideran tener posibilidades de encontrarlo, o de encontrar un trabajo de calidad.

Ofertas laborales | Citlali López

El emprendimiento, la salida

Para las y los jóvenes como Dayana, la carencia de empleos de calidad los indigna, pero no los frena, por el contrario, los ha llevado a crear sus propios emprendimientos. El de ella llamado BesoAbrazo, a través del cual vende gorras, playeras, sudaderas y told bag personalizados con decoraciones pintadas a mano. Su negocio es pequeño, pero le ayuda a solventar gastos para continuar con sus estudios universitarios.

La idea de BesoAbrazo nació durante la pandemia cuando su padre y su madre vieron disminuidos sus ingresos. Su padre tuvo que parar en su negocio de hojalatería y pintura porque no había clientes, su mamá como geriatra, tampoco era contratada porque ante el temor a contagiarse de Covid-19, las personas permanecían aisladas. Con el bajón económico en casa no quedaba otra opción más que ser creativa.

Una vez pasada la emergencia sanitaria Dayana quiso aventurarse a combinar los estudios con una actividad laboral formal, pero la decepción fue inmediata y decidió que era mejor trabajar para ella misma. Sin bien los ingresos no son muchos, sí superar a los que ganaría en cualquier otro trabajo destinando todo su día. 

De acuerdo con el censo de Población y Vivienda 2020 en Oaxaca había 976 mil 139 jóvenes que tienen entre 15 y 29 años de edad. El mismo censo señala que habían 507 mil 320 personas joven ocupada económicamente activa en el estado y 16 mil 129 la población joven no ocupada en actividades económicas.

En los últimos años, los avances en materia laboral para la juventud han registrado avances sin embargo hay vicios que todavía prevalecen Nidia Morales, integrante de Educación y Ciudadanía A.C (EDUCIAC)

“Hay prácticas que no se han podido erradicar como la idea de que los jóvenes son seres inacabados, que todavía no terminan de aprender y por ende no tienen todas las habilidades y capacidades. Dichas ideas favorecen a que se crea que por eso deberían recibir un salario menor y tratados de manera desigual”.

Dayana Figueroa 

Bajos salarios y explotación

Para la juventud los bajos salarios no es el único abuso que enfrentan al momento de ingresar al mercado laboral, también lo son las jornadas extensas y asignación de tareas para las que no fueron contratados.

Esmeralda Santiago Ruiz de 23 años de edad conoció de cerca esa dura realidad y asegura que los abusos se profundizan cuando se trata de juventudes de localidades indígenas y rurales debido a su color de piel o por hablar alguna lengua materna.

“Hay acoso en los espacios laborales, no te pagan lo justo, te ponen labores que no te corresponden o fuera de los horarios acordados”, expresa ahora como coordinadora del proyecto Juventudes de Pueblos Originarios en Movimiento Tejiendo Nuestros Derechos, organización con sede en Tlaxiaco, Oaxaca.

Bajo el argumento de que las y los jóvenes no tienen experiencia, las empresas o parte patronal abusan de la necesidad de trabajo, incluso, hacen pensar que les hacen un favor al contratarlos, capacitarlos y pagarles.

A partir del trabajo de concientización, las juventudes ya identifican perfectamente los abusos laborales que se presentan, pero no sólo eso, están haciendo reflexiones y planteando soluciones, muchas de estas a partir de generar sus propias fuentes de empleo, recuperando antiguos saberes en la elaboración de piezas artesanales o en la producción en el campo.

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