TUXTLA GUTIÉRREZ. - Ante el acecho que vive la sociedad por la presencia del crimen organizado, sectores como el transportista comenzaron a establecer algunos protocolos de seguridad.
En esta semana, empezó a circular la imagen de una lona con algunas especificaciones que hacen choferes que brindan el servicio de pasaje hacia Comitán, en la región Fronteriza de Chiapas, una de las más golpeadas por el narcotráfico: enfrentamientos, muertes y desapariciones.
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Como medida de seguridad, los conductores establecieron que los usuarios apaguen su teléfono celular y se lo entreguen al operador de la "unidad", en lo que dura el viaje. Además, tienen que portar credencial de elector, no enviar paquetes de gran dimensión (no especifican una medida exacta), y si es uno pequeño, éste deberá estar abierto y pasar por una minuciosa revisión, en el entendido de que podría transportarse alguna droga u otra cosa afín.
Tampoco podrán transportar gallos de pelea, insumos de "cablevisión" o redes wifi. Entre las especificaciones, se prohíbe que extranjeros viajen sin documentos que acrediten su legal estancia en el país, y quienes sean menores de 12 años de edad, deberán viajar con sus padres.
De hecho, este nuevo reglamento fue acordado por varias rutas de esa región, con la finalidad de evitar problemas con los grupos del crimen organizado o afines a estos.
Aunque la situación para los transportistas no es nueva. Desde hace como dos o tres años, decenas de choferes sufren el hostigamiento de sicarios que les exigen pagar "piso", pues de lo contrario son asesinados, les queman sus "unidades" o son sometidos a otro tipo de presión. De hecho, en municipios serranos como Motozintla u otros de la zona Metropolitana o Soconusco se ha visto cómo el "narco" incendia vehículos de transporte y de empresas nacionales y transnacionales.
De hecho, varias rutas del gremio han suspendido sus servicios por tiempo indefinido ante el acoso que sufren. "A mi primo, que cubre la ruta hacia Frontera Comalapa, lo obligaban a pagar una cuota, y en su carro tenía que portar una calcomanía de una organización que era afín a un cártel, pues de lo contrario le iba a ir mal. No le quedó de otra que aceptar, pero ya se quiere salir", manifestó un trabajador de una agencia de viajes de la región de Comitán.
Socorristas toman precacuciones
En entrevista, Ángel Tovar Serrano, delegado de la Cruz Roja en Chiapas, manifestó que, para evitar desgracias, cuentan con un protocolo establecido, a nivel nacional llamado "Acceso Seguro", lo que impide que los paramédicos arriesguen su vida en casos como el de un enfrentamiento armado, una riña, u otra situación similar.
"Sabemos que hay puntos conflictivos en Coita (Ocozocoautla de Espinosa), Jaltenango, Motozintla... Sólo pueden participar cuando esté garantizado el acceso", advirtió.
Lo que le dejan en claro a sus colaboradores, dijo, es que no son héroes, y valen más sus vidas. Por fortuna, aceptó, no han sufrido una situación complicada, como una pérdida humana.
Pese a que cuentan con medidas de seguridad, refirió que, el año pasado, una ambulancia quedó prácticamente entre el fuego cruzado cerca de una caseta de pesaje en un municipio de la región Metropolitana de Chiapas. "Ya ha pasado en varias ocasiones en otras partes del país. Son agresiones no dirigidas hacia nosotros, más bien daños colaterales".
A final de cuentas, Ángel Tovar consideró que aún hay un respeto a la Cruz Roja, "pues nosotros no distinguimos si la persona que trasladamos es buena o mala".