Los asesinatos, el desplazamiento, los secuestros y las extorsiones, así como los intentos de la población local y los migrantes que luchan por sobrevivir a la violencia e inseguridad que se ha apoderado de Chiapas, son descritos por un grupo de reporteros del diario El País que al o largo de un mes y medio recorrieron el estado.
El equipo de periodistas describe como Chiapas, el estado más pobre de México se ha convertido en el punto de disputa de las dos principales organizaciones criminales del país, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nuevo Generación (CJNG) que se han encargo de sembrar terror e diversos municipios como Frontera Comalapa, Nueva Palestina, Tapachula, Chicomuselo, Comitán y otros puntos de la entidad.
Decenas de testimonios recogidos en este tiempo alumbran el terror y la paranoia de la población, que se siente abandonada por el Estado. A lo largo de su trayecto, la presencia de las autoridades es intermitente, por ejemplo, el Ejército, la Guardia Nacional y la policía llegan cuando los hechos de violencia ya han sucedido, por ello la población mira con desconfianza, la presencia de los elementos de seguridad como parte también del problema.
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De acuerdo con organizaciones de derechos humanos que monitorean la situación que atraviesa Chiapas, lo que hoy en día vive la entidad es un "conflicto armado no reconocido", una problemática que ha sacado de sus casas a al menos 10,000 personas solo en la frontera central, según los cálculos del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. El gobierno federal y estatal tratan de rebajar el ruido y hablan incluso de un Estado en paz; sin embargo, para el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que aún tiene presencia en la entidad, Chiapas esta bajo una guerra civil.
Narco se apodera de Chiapas
Hasta hace unos años, en Chiapas sólo había un cártel que operaba (el de Sinaloa o Pacífico). Sin embargo, actualmente la disputa por el territorio es más compleja y violenta por el enquistamiento de otros grupos criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, "El Mencho".
Según información confidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), A esta narcoguerra se suma la presencia de los Mara Salvatrucha, sobre todo en la zona del Soconusco o costera de Chiapas. Estos “soldados” centroamericanos han recrudecido la violencia en la zona a través de crímenes y extorsiones, principalmente en los municipios de Tapachula, Huixtla y Ciudad Hidalgo. Aunque también se han posicionado en la selva, así como en ciudades turísticas, como Palenque y sus alrededores.
Los pandilleros de esta organización han ejercido el miedo en sectores como el del transporte e, incluso, han quemado vehículos y asesinado a choferes que no están dispuestos a ceder ante el “cobro de piso”.
Otro grupo criminal que ganó terreno en los últimos años y que, incluso, desplazó a Los Zetas (a principios de los 2000), fue el Cártel de San Juan Chamula (CSJC), cuyo líder reconocido es “El Caracol”, grupo que penetró con fuerza en San Cristóbal de Las Casas.
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Además, el cártel de San Juan Chamula se ha especializado en el trasiego de humanos en tráileres que atraviesan la entidad con facilidad y que llegan a otros estados del país, donde “descargan” a cientos o miles de migrantes provenientes, principalmente, de Centroamérica, quienes tienen que pagar miles de pesos para llegar a los Estados Unidos.
Aunque la Sedena aún no tiene ubicado quién lidera al CJNG en Chiapas, se sabe que Juan Manuel Valdovinos Mendoza, “El Señor de los Caballos”, aceptó una “jugosa oferta” de esta organización criminal para dejar a su antiguo grupo, el Cártel de Sinaloa, fundado por Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Por ello, los enfrentamientos se han agudizado en la región en donde tiene más asentado su poder, la Valle-Zoque, que comprende los municipios de Ocozocoautla de Espinosa, Jiquipilas y Cintalapa, una zona que era controlada por el cártel de “El Chapo” Guzmán.
Lo mismo ocurre en otras regiones, como la Fronteriza, en municipios como Frontera Comalapa, La Trinitaria y Comitán, en donde los enfrentamientos y desapariciones de personas “son el pan de cada día”.
Además, en esta región surgió una agrupación llamada “Maíz”, misma que está al servicio de un cártel (se pensaba que era del CJNG, pero al parecer es del CDS), cuyos miembros ofrecen “seguridad” a pobladores de las comunidades o ejidos, pero que, en realidad, se dedican a amedrentar a líderes de organizaciones campesinas o luchadores sociales para que se unan a ellos.
La situación en la zona de Frontera Comalapa podría tener hasta tres antagonistas, pues además del CDS y del CJNG, también disputaría terreno otro cártel, Los Huistas, de Guatemala, según información de la Sedena en el documento titulado “Situación de la Delincuencia Organizada Frontera Sur”.
Según la propia institución castrense, en la actualidad, en Chiapas, el Cártel del Pacífico o de Sinaloa está en manos de Isidro Rivera Ramírez, hijo del capo y exbrazo derecho de “El Chapo” Guzmán, el extinto Gilberto Rivera Amarillas, “Tío Gil”.
Chiapas sumido en la pobreza
Chiapas es uno de los estados más pobres del país, y la lucha contra la pobreza debe ser una estrategia central del próximo gobierno estatal. Es fundamental garantizar el acceso a servicios básicos, educación de calidad y oportunidades de empleo digno para todos los chiapanecos.
La falta de apoyos al campo, al sector pesquero y otros rubros productivos es otra problemática que el nuevo gobernador deberá enfrentar. Impulsar el desarrollo de estos sectores es clave para mejorar la economía local y garantizar la seguridad alimentaria en el estado.