MONTERREY - Por un presunto pleito familiar y la disputa de una herencia, un hombre asesinó a su madre y posteriormente se suicidó con la misma arma.
Los hechos se registraron en el municipio conurbado de San Pedro Garza García, donde Esteban Berard Rodríguez disparó contra su madre Elisa Rodríguez Villarreal, de 79 años de edad y enseguida accionó la misma arma para quitarse la vida dentro de la casa ubicada en la calle Carrizalejo, entre El Caído y López Mateos, en la Colonia Valle de Chipinque.
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El homicida había padecido problemas depresivos y acudió ante un notario para dejar una carta póstuma.
Una de las líneas de investigación destaca que los fallecidos habrían enviado mensajes de texto con la frase “Ya nos vamos a ir de este mundo”. Se investiga a quien y donde los enviaron, pues podrían ser momentos antes del homicidio y posterior al suicidio.
Poco antes del fallecimiento, las víctimas habrían entrado en contacto con un notario, lo cual sugiere posibles intentos de resolver la disputa por algunas propiedades.
La tragedia se reportó a las 20:19 horas cuando los vecinos escucharon detonación de arma de fuego por lo que llamaron al 911, cuyos elementos al llegar al domicilio encontraron los dos cuerpos en una recámara de la casa.
El homicida se dedicaba a los negocios inmobiliarios y de acuerdo con informes preliminares de la policía señala que el drama fue originado por un pleito familiar por la disputa de propiedades y una herencia.
Las autoridades encontraron en el lugar una caja con papelería diversa, escrituras y documentos sobre propiedades, que Berard habría dejado a un familiar, pero no se informó acerca del contenido de la carta póstuma.
Versiones obtenidas por los policías indican que el padre de Berard, falleció hace años y en junio del 2022 murió su hermana Ana Elisa.
Los problemas habrían iniciado tras la muerte de la hija de la mujer, lo que derivó en un conflicto sobre la herencia y propiedades, ya que el yerno ejerció acoso y presiones sobre la mujer y su hijo, para apoderarse de algunas propiedades.
Berard era muy unido a su madre, por los que los vecinos se han extrañado por el crimen. Sorprendidos por los hechos y al ver las patrullas y ambulancias, quienes no escucharon las detonaciones, salieron de su residencia y no creían los hechos, debido a que calificaban de amable y trabajador al hombre.