OAXACA. - Un menú exclusivo en inglés dentro de un restaurante ubicado en Oaxaca desató una polémica que aún no acabada. Aquél fue un momento clave en la reflexión sobre sobre el impacto de la gentrificación en el estado y algunas iniciativas que buscan contraatacarla.
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Jaguar Yuú, que en zapoteco significa Casa de Jaguar, es el nombre de un café restaurante ubicado en la calle de Morelos del Centro Histórico de Oaxaca en donde distintas iniciativas lo dibujan como un lugar distinto y destinado principalmente a la población local. Afuera un letrero explica: “El jueves, presentando tu INE con dirección de Oaxaca y tu termo, el café corre por nuestra cuenta” y uno más afirma “Ser del sur está bien chingón”.
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Marco Lara, gerente del lugar y oriundo de Oaxaca, explica la motivación detrás de esta iniciativa:
“Hemos notado que la gentrificación ha elevado los precios para las personas locales, quienes antes vivían en el centro han sido desplazadas, o, por la economía que tienen se les ha complicado mantener sus viviendas y han tenido que vender o alquilar sus lugares”.
Jaguar Yuú, existente desde 2010, se ha convertido en un espacio que acoge diversas expresiones sociales y adopta filosofías empáticas hacia personas con discapacidades, la comunidad LGBTTIQ+, y mujeres, grupos históricamente discriminados y vulnerados en sus derechos.
“Alfombra roja” solo por ser extranjero, mala práctica
En palabras de Lara, “en Oaxaca muchas personas tienen un problema y es que vemos a un extranjero y le ponemos alfombra roja: bienvenido, te lo regalamos, te damos el espacio. Eso debería ser con los locales”.
Desde el 15 de febrero se encuentra desarrollando la iniciativa del café gratis a las personas oriundas de Oaxaca. La idea -afirma- no es lucrar con esta lucha, sino ir proponiendo acciones de resistencia que resuenen entre la población.
Así en este marco el pasado miércoles 21 de febrero llevaron a cabo una charla en donde la voz ciudadana reflexionó sobre la gentrificación y su impacto, por ejemplo, en la priorización de obras urbanas las cuales se concentran principalmente en las calles céntricas y descuidan la periferia.
“Como la gente extranjera no va hacia allá, el gobierno no se enfoca en cuidar el drenaje, luz, calles y pavimentar”.
Jaguar Yuu también es un lugar amigable con los animales de compañía y espacio para que las mamás en lactancia puedan amamantar a sus hijas e hijos sin necesidad de realizar un consumo, por el contrario, son recibidas con un vaso con agua o te.
“No queremos caer en que el tomar un café en Jaguar Yuu signifique que ahora eres fresa o whitexican, simplemente es el café para los locales. Nuestro menú está diseñado para las personas de aquí”.
La iniciativa de Jaguar Yuú ha sido bien recibida por la población. “Felicidades por excelente actitud, y sí concuerdo con ustedes, primero los oaxaqueños, no debemos permitir la gentrificación, ojalá todos los empresarios comprendieran y realizaran acciones como la suya, buen ejemplo, gracias”, “¡Excelente! No como los otros ñeros con sus cartas en inglés y súper cotizados”, fueron parte de algunos comentarios que han recibido en redes sociales.
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La gota que derramo el vaso
Fue en enero de este año cuando una usuaria de redes sociales evidenció cómo la gentrificación se había convertido en un acto de discriminación contra las personas de Oaxaca en su propia ciudad. Al acudir a Muss Café se encontró con una carta en inglés.
“Hay oaxaqueños que queremos disfrutar de los locales, cafés, tiendas, etc. que están en nuestra ciudad y salen con esto. Al parecer, Oaxaca ya es más de los gringos que de nosotros”, escribió en su mensaje.
A finales de ese mes ciudadanos de la capital del estado salieron a protestar en contra de gentrificación. La manifestación exigió a las autoridades regular las prácticas arrendatarias para evitar que las personas nativas sigan siendo desplazadas por encarecimiento de las viviendas en las zonas céntricas y barrios tradicionales.
La protesta derivó en la detención de seis personas, entre ellas activistas y defensores de derechos humanos.