"Golda" fue un factor clave para que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) pudiera conocer y acreditar la violación de tres niños en un juicio contra Manuel "N", quien terminó siendo acusado de abuso sexual de menores, con una condena de 63 años de prisión.
Se trata de una Golden Retriever que dio acompañamiento y apoyo a los niños que declararon en el juicio contra el hombre, pues la también llamada "canina maravilla" forma parte de la estrategia de canoterapia del organismo de justicia con el que se impulsan medidas de atención para niños y adolescentes víctimas de este tipo de delitos.
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"Con la confianza que Golda brindó, los menores de edad pudieron dar a conocer su situación y aportar solidez al caso en contra de Manuel "N", acusado del abuso sexual", informó la FGJES.
De acuerdo con los informes oficiales, una de las víctimas padeció un bloqueo emocional durante la audiencia de Juicio Oral, pero fue la presencia de la canina la que le tranquilizó hasta el punto de hacer que verbalizara su experiencia y brindara el testimonio crucial contra Manuel “N”.
Este acto fue fundamental en la determinación de resolución judicial, pues gracias a ello el juez emitió su sentencia definitiva. Esta fue la primera vez que "Golda" piso el juzgado y estuvo presente, dando apoyo emocional, en un juicio activo.
La canoterapia
"Golda" es parte del programa insignia de la FGJES, implementado con el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y el Centro de Justicia para las Mujeres en Sonora; la Golden Retriever está adiestrada para estimular la participación de los pacientes, en especial los menores de edad, en diferentes actividades sensoriales y perceptivas, sobre todo al tratarse de momentos traumáticos como lo son delitos contra su persona.
En México, esta técnica terapéutica se implementa con niños y adolescentes con capacidades especiales, como el autismo, problemas de agresividad, bullying y aquellos que han sufrido actos de violencia, sobre todo abuso sexual.
Y es que la canoterapia ha ganado terreno en materia psicológica y judicial al demostrarse que los perros emocionales ayudan a niños y adultos a recuperar la confianza en sí mismos y aprender a relacionarse de manera adaptativa con las personas.