CHILPANCINGO. – La semana pasada obispos de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Ciudad Altamirano, Tlapa, y el arzobispo de Acapulco dieron a conocer que se habían reunido con grupos criminales para acordar la paz en Guerrero, dicha reunión no dio frutos, sin embargo, el sacerdote José Filiberto Velázquez, director del Centro de Defensa de los Derechos de las Víctimas de la Violencia informó recientemente que se logró una tregua entre los grupos de Los Ardillos y Los Tlacos.
El padre Filiberto Velázquez sostuvo una entrevista con el diario nacional El Universal, allí reveló datos importantes sobre la manera en que ambas células operan, ya que son las principales generadoras de violencia en la capital de Guerrero y municipios aledaños. El sacerdote explicó que son los propios líderes criminales quienes imponen a los jefes policiacos.
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“Todos los grupos necesitan a las policías municipales, ellos ponen o sugieren a los secretarios de Seguridad Pública (…)” aseveró Filiberto en entrevista con El Universal.
Cabe destacar que esta “tregua” se dio luego de que a principios de este mes 7 operadores de transporte público fueran asesinados, además de 5 unidades quemadas, después de esto fue cuando vino “la paz” y posteriormente la negociación con los altos rangos de la iglesia católica en la región.
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¿Porqué el padre Filiberto sí pudo?
Para empezar a entender el por qué el sacerdote pudo lograr lo que los otros no, hay que comenzar por la organización que él dirige, “Centro de Defensa de los Derechos de las Víctimas de la Violencia”, este centro ayuda a la gente a buscar a sus familiares desaparecidos, incluso ofrece talleres para personas buscadoras. También organizan reuniones con personas y ONG’s, tampoco dudan en denunciar hechos, abusos policiales e incluso han tenido presencia en el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, todo esto con perspectiva de la religión católica.
José Filiberto saltó al ojo público el pasado 6 de enero del 2024, cuando a través de este centro informó en un comunicado:
“Hoy hemos sido informados de ataques de drones a la comunidad de Buenavista de los Huartado (Cashacuauilt) esta situada en el Municipio de General Heliodoro Castillo. Más tarde confirma que hombres armados atacaron aproximadamente a 30 pobladores con armas de alto poder” y se agregó que los pobladores pedían presencia urgente de las fuerzas armadas dicho documento fue firmado por Filiberto.
Posteriormente el párroco realizó transmisiones en vivo afuera del poblado rodeado del ejército mexicano, conforme pasaron las horas se dio a conocer el caso y se filtró una serie de fotos donde se evidenció como quedó el poblado. Y ahora se convierte en emisario de la paz tanto de los Tlacos como de los Ardillos.
Tregua en Chilpancingo… hasta nuevo aviso
El padre Filiberto informó a dicho diario que más allá de las ganancias con la venta de drogas los grupos criminales también están teniendo en su poder la distribución de carne, puerco, pollo, refresco, cerveza e incluso tienen a su disposición centros nocturnos y transporte público.
El sacerdote explica que el choque que tienen ambos grupos criminales se debe a que estos negocios estaban muy cerca tanto uno de otro, por ello se afectaban y esto generaba un conflicto.
A través de una llamada telefónica Marquina Chapa Humberto Moreno Catalán, líder de Los Tlacos y Celso Ortega líder de los Ardillos dijo que se reclamaron lo que “tenían que reclamarse y al final acordaron no afectar sus intereses” dijo para El Universal el padre Filiberto.
El sacerdote también dijo que la manera en que pudo dar con los líderes es porque son personas comunes que se pueden contactar pues en la comunidad han pasado por la iglesia y escuela. Por último agregó que esta paz "pende de alfileres" haciendo referencia que es frágil.