Los Tlacos y Los Ardillos, grupos criminales responsables de la violencia en Chilpancingo, Guerrero, acordaron una tregua, luego de la intervención de líderes religiosos; aseguró el padre Filiberto Velázquez, director Centro de Derechos Humanos "Minerva Bello".
En entrevista para Milenio, el sacerdote explicó que la tregua implica que cada grupo va a respetar los negocios que cada bando tiene en la capital del estado. El acuerdo se alcanzó a través de la mediación del padre Filiberto Velázquez ante la solicitud del líder de Los Tlacos, aseguró.
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"Hubo un puente, una comunicación, que logró que pudieran ponerse de acuerdo y hacer una tregua de no enfrentamiento”, explicó el sacerdote. Como resultado, se permitió que se reanudara el servicio de transporte público en esa ciudad.
"No hay que desvirtuar los esfuerzos de la Iglesia y del Estado por pacificar a las regiones del estado. Llamo a los medios de comunicación a no aprovechar la información revelada para la politiquería electoral", agregó el padre y señaló 3 puntos.
- Los 4 obispos de Guerrero no fracasaron, lograron abrir canales de comunicación que aún se mantienen vigentes.
- El conflicto en el que intervinieron los obispos fue en tiempos diferentes y personajes diferentes a los involucrados en la tregua lograda en Chilpancingo el día martes.
- En esta tregua de Chilpancingo, no intervino el estado ni fue a petición de el, y eso es lo que se debe de esperar, la neutralidad del este. Fue iniciativa de un grupo y el otro aceptó.
"Estoy sentenciado a muerte": Obispo de Chilpancingo
Salvador Rangel, obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa aseguró que está "sentenciado de muerte" luego de que se diera a conocer que líderes religiosos se reunieron con cabecillas de los grupos delictivos que sumergen a varias zonas del estado de Guerrero en una ola de violencia.
En entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula, el obispo señaló que ha puesto su vida en riesgo con la reunión que se sostuvo entre los cuatro obispos de Guerrero y líderes criminales hace tres semanas. "Pues es algo terrible y yo digo así: que el Gobierno o no tiene voluntad de apagar esos fuegos o le tiene miedo al crimen organizado o también hay ciertos arreglos con ellos, la cosa es que el Gobierno ha sido ineficaz para tratar de arreglar esos asuntos", señaló Salvador Rangel.
"Incluso estoy amenazado, y le voy a decir, hasta sentenciado a muerte, yo no sé si por el gobierno, o si o estos capos, pero yo sigo en la línea", agregó el obispo, quien aseguró que en días recientes iba a sostener otra reunión con líderes criminales, sin embargo ésta ya no se concretó.