TUXTLA GUTIÉRREZ. - Al menos 35 animales domésticos, entre perros y gatos, han perdido la vida en la colonia Shanká, ubicada al norte poniente de esta ciudad capital de Chiapas, producto de un aparente envenenamiento.
De acuerdo con vecinos organizados, al parecer podría tratarse de un “asesino serial” de su zona, a quien incluso ya tienen identificado, pero no pueden actuar porque, en la entidad chiapaneca, el maltrato animal aún no está tipificado en la legislación.
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Elizabeth Valencia, una de las vecinas inconformes, especificó que esta problemática empezó el pasado 20 de diciembre y se ha registrado hasta la fecha. Tras comentar que, como colonos, se han organizado para vacunar y esterilizar a los animales, pero por desgracia, dijo, ya los asesinaron.
“Los pocos (perros y gatos) que quedan los tratamos de resguardar en nuestras casas para que no mueran, pero la gente sigue sin entender, y abandona a sus perritos en esta zona”, comentó la denunciante, quien refirió que “Manchitas” sería esterilizado, pero ya no se logró porque también lo envenenaron.
En un recorrido por las calles de la colonia, los vecinos mostraron a La Silla Rota y a otros medios de comunicación el lugar en donde, este mismo lunes, un gato murió por envenenamiento.
Señalan a vecino como responsable
Tras dejar en claro que la Secretaría Municipal de Riesgos Sanitarios ya acudió a su llamado, pero no puede hacer nada al respecto, Elizabeth comentó que todo indica que hay un vecino que está acostumbrado a matar a los gatos.
“Vinieron, hicieron un recorrido de concientización, pero más no pueden hacer porque argumentan que su injerencia es sólo administrativa; y ya no ha habido otra autoridad que se acerque y nos indique qué hacer”, especificó.
Lo que le preocupa, manifestó, es que más animales y hasta seres humanos puedan morir por ingerir los alimentos envenenados que son colocados en las calles. “Estamos a tiempo de frenar esto, porque puede ocurrir una desgracia mayor”.
Sí se podría aplicar la ley
Por su parte, Claudia Cisneros, directora de la organización “Huellas Chiapas”, lamentó que haya negligencia y desatención en el tema por parte de las autoridades municipales y estatales, incluso, dijo, en los protocolos para darle seguimiento a estos casos.
“Aunque la ciudadanía tenga la voluntad de denunciar, por desgracia carecemos de las herramientas médicas, como sería la Medicina Forense, por ejemplo, para certificar que los animales son asesinados con veneno, y saber qué tipo de veneno les dan; no contamos con información para saber dónde acudir”, aseveró.
Llamó al gremio veterinario para que se sume y apoye para iniciar un cause seguro para que se den las investigaciones correspondientes y de esa forma proceder, de alguna forma, de manera legal.
Aunque el maltrato animal aún no forma parte del Código Penal local, la activista comentó que el envenenamiento en vía pública es un delito que está tipificado en el mismo código pero federal, “a nivel local, insisto, hay un vacío en se sentido, pero por el otro lado no”.
Ejemplificó un caso de Querétaro ocurrido en el 2022, en donde se dio una sentencia histórica de una década de cárcel en contra de una persona que puso cebos envenenados en la calle, los cuales fueron ingeridos por dos perros, “Tango” y “Argos”, mismos que sirvieron a la Cruz Roja en labores de rescate.
Además de que el culpable fue encarcelado, no tuvo el derecho de una libertad bajo fianza y, asimismo, tenía que pagar una reparación del daño de hasta por 2 millones de pesos.
“Por desgracia, hay una indiferencia institucional, porque no sólo tiene que actuar Riesgos Sanitarios, sino la Secretaría de Salud, entre otras, porque poner veneno en la vía pública se trata de un intento de homicidio, porque tanto puede morir un animal como una persona… hay todas las agravantes”.