Victoria Arreola gozaba de una vida tranquila; tenía su negocio de belleza y además criaba a sus tres pequeños hijos. Sin embargo, hace dos años su pareja le disparó tras discutir en su automóvil a orillas de la carretera en el municipio de Tonalá, de donde era originaria.
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El único testigo de ese hecho fue uno de sus hijos, de apenas 4 años de edad (en ese entonces), cuyos dibujos incluso han servido de prueba sobre lo que ocurrió ese 21 de septiembre de 2022.
Leyvi Arreola, hermana de la víctima, advierte que desde ese momento la vida para ellas ha sido diferente y se han topado con una justicia lenta.
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A pesar de ser detenido, Javier Antonio “N” aún no recibe una sentencia ejemplar. De hecho, la entrevistada recuerda que, durante ese lapso, han recorrido al menos 120 kilómetros sumados en distintas marchas efectuadas desde el lugar de los hechos hasta el centro de Tonalá, para exigir la pena máxima para el feminicida.
Ella se sumó a una huelga de hambre que integrantes de la agrupación Madres en Resistencia” iniciaron el pasado miércoles en la entrada de Palacio de Gobierno de Chiapas, para buscar el diálogo con el recién llegado mandatario Eduardo Ramírez Aguilar y con el fiscal general Jorge Luis Llaven Abarca.
Lo que más les pesa, dice, es que todavía no se desarrolle el juicio oral, y de esa forma el presunto culpable reciba una sentencia; por ello, sugiere celeridad en el caso.
Asesinada con alevosía y ventaja…
“Porque mi hermana fue asesinada con alevosía y ventaja, a traición”, externa, y advierte que, a pesar de las “trabas” que les han puesto en el proceso, como familiares siguen adelante.
Inclusive, resalta que si el proceso se ha dilatado es porque, intuye, hay dinero de por medio, “están sobornando a las autoridades, a los magistrados para que no haya avances”.
Si se atreve a decir eso, confía, es porque al presunto feminicida se le autorizó un amparo federal, “¡hasta dónde ha llegado la corrupción! Ya son dos años de la muerte de Victoria; dejó tres hijos en la orfandad, dos años en los que una madre no para de llorar, y unas hermanas que estamos desesperadas por buscar la justicia”.
Quienes la conocieron, saben que Victoria o Vicky, como la conocían sus seres queridos, se ganaba la vida de forma honrada; era una mujer extravagante, alegre y que, según sus allegados, “se quitaba el pan de la boca por dárselo a la gente”.
Leyvi señala que su hermana “ponía bellas a sus clientas, les ponía uñas, les alaciaba el cabello, pero hacía de todo para sacar adelante a sus hijos”.
Con el dolor y tristeza que la ausencia de su hermana le provoca, Leyvi suplica al gobernador y al fiscal general que se les haga justicia, pues ya no desean esperar más tiempo. “Porque es cansado para todos, y para sus hijitos peor”.
Según el Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas, de enero a octubre de este año se han registrado 166 muertes violentas de mujeres; de esa cifra, al menos 51 casos se tratarían de feminicidios.
Durante el 2023, confirmó, hubo 190 muertes violentas de mujeres, de las cuales alrededor de 56 fueron feminicidios consumados, 35 casos más feminicidios en grado de tentativa, 12 homicidios dolosos, 26 suicidios, entre otros.
VGB