Tuxtla Gutiérrez.- Un grupo de pobladores de la comunidad Las Palomas, en Chiapa de Corzo, bloqueaba este lunes la carretera que conecta ese municipio con el de Acala cuando, de pronto, personas de la región que intentaban pasar, se negaron a pagar lo que les pedían para atravesar el “filtro” humano.
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Entre las discusiones, comenzó la balacera, lo que dejó como saldo, hasta el momento, al menos 5 personas muertas y dos más en estado de gravedad.
A pesar de que el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) envió ayer mismo un comunicado para advertir de la muerte de uno de sus integrantes, identificado como Pablo Gómez, y deslindar de la agresión a sus compañeros que bloqueaban la vía terrestre, familiares de las víctimas le dieron otro matiz a la historia.
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Martha Patricia Serrano Corzo cuenta cómo sucedieron los hechos, en los que perdieron la vida su esposo Alberto Elpidio Flecha Santiago y uno de sus hijos, de nombre Diego Alberto Flecha Serrano, de 20 años de edad, así como el vástago de uno de los empleados de su rancho, de 17 años.
Entre otras cuestiones, revela que otros dos de sus hijos, de 24 y 27 años, están delicados de salud en un hospital, luego de que también recibieran impactos de bala de arma de fuego de grueso calibre.
Este lunes por la mañana, comenta, ellos viajaban hacia su rancho, conocido como “Nandayapa”, “donde estaba mi esposo y en donde nos dedicamos a sembrar girasoles”, cuando se toparon con el bloqueo.
Antecedente
Recuerda que, hace dos años, también tuvieron problemas con habitantes de Las Palomas, quienes golpearon a su marido, al grado de fracturarle el cráneo, pómulo y uno de sus ojos.
En esa ocasión, menciona, también esperaban a que un conductor de un automóvil particular pagará la cuota que le exigían por pasar el bloqueo del FNLS, pero como comenzaron a agredirlo tras negarse a dar la “cooperación”, “mi esposo se bajó del carro y quiso mediar para que no pasara a más, pero en lugar de eso, recibió golpes”.
Lo peor de todo, agrega, es que la Fiscalía del Estado no aprehendió a nadie tras una denuncia formal por esa golpiza, con el argumento de que, como la gente portaba pasamontañas, no podían identificar a los agresores.
Martha, de hecho, advierte que tiene todas las pruebas de esa primera agresión como videos y fotografías, las cuales fueron presentadas ante la instancia competente, incluido un parte médico del ISSSTE.
¿FNLS “construyó una historia”?
En un par de comunicados, el FNLS argumentó que Alberto Elpidio Flecha era un cacique de la región, y que había sido él y su gente la que disparó y acabó con la vida, este mismo lunes, de un integrante de esa organización de nombre Pablo.
Sin embargo, Martha revela que ni su marido, ni sus hijos ni los trabajadores del rancho que llegaron a socorrerlos, portaban armas, “ni palos, ni nada; de repente comencé a oír muchos balazos, porque yo estaba en el rancho”.
Sus seres queridos, dice sólo llevaban algunas compras que hicieron como tortillas y “gorditas” para desayunar en el rancho; “uno de los trabajadores subió afligido, casi ni podía hablar, y me dijo: ‘¡Nos dispararon a todos!’ Ya bajé con mi coche, junto a otro de mis hijos para ver qué ocurría”.
Como pudieron, menciona, subieron a sus familiares a su auto, y sólo dejó a uno en el lugar con fractura de pierna (el menos delicado o más estable), y avanzó algunos kilómetros, donde recibieron el apoyo de una ambulancia.
“Uno de mis hijos tenía balazos en el estómago, otro en la cabeza, y ahí me dijeron que (este último) ya no tenía signos vitales; a mi esposo lo trasladaron al hospital del ISSSTE, pero falleció”, revela.
Para Martha, si la autoridad hubiera actuado hace dos años y detenido a quienes agredieron a Alberto Elpidio, lo más probable es que la agresión del lunes no hubiera ocurrido.
Está consciente, afirma, que él era serio de carácter, pero trabajador y un hombre que apoyaba a la gente, “si no, no estuvieran aquí llorándole”. Mientras que Diego apenas cursaba la carrera de Veterinaria, pues le encantaban los caballos.
De hecho, el joven era sociable y contaba con amistades más grandes, mismas que este martes le llevaron coronas de flores. Según Martha, el temor es mayor, pues podrían ser agredidos de nueva cuenta.
Daño colateral
José Hernández Vázquez cuenta que le rentaba un pedazo de tierra a Alberto Elpidio, para sembrar sus flores y venderlas. Sin embargo, el originario del municipio indígena de Zinacantán advierte que nunca se imaginó que su hijo de 17 años de edad, Esteban Hernández Jiménez sería asesinado por los pobladores de Las Palomas e integrantes del FNLS.
En realidad, recuerda, su hijo trabajaba y, como ya le tocaba su almuerzo, pasó a comprar refrescos, hasta que se toparon con el bloqueo, “era inocente, sólo pasó por ahí en compañía de otros trabajadores, y les dispararon”.
Detalla que, cuando hay un bloqueo en esa zona, se bajan del carro o camioneta en la que viajan y prosiguen a pie, como ocurrió el mismo lunes. “No sé cuántos muertos quedaron ahí, pero yo sólo mandé a mi hijo a que trabajara; yo no estaba ahí, estaba en Zinacantán, y ya bajé”.
Este mismo martes, el FNLS insistió en que ellos fueron agredidos y que, además, los supuestos agresores los atacaron desde dos puntos.
Mientras tanto, Alberto Elpidio y su hijo serían sepultados hoy mismo en el panteón municipal de Chiapa de Corzo, la tierra que los vio nacer.
VGB