En las últimas semanas, la situación migrante en México se ha agudizado con la disolución de varias caravanas que han cruzado el país con la esperanza de regularizar su situación.
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La caravana “Bendición de Dios”, conformada por al menos 1,500 migrantes, fue desintegrada por el Instituto Nacional de Migración (INM) a su paso por Oaxaca, donde fueron trasladados a Guerrero y Michoacán bajo la promesa de regularizar su estancia en el país.
Sin embargo, estas promesas han resultado ser falsas, ya que los migrantes son enviados a otras ciudades o la frontera sur, sin recibir el apoyo que se les ofreció.
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Según Luis Rey García Villagrán, defensor de derechos humanos, el INM emplea métodos para desintegrar a las caravanas, como promesas de transporte y documentos ilegales que no garantizan el libre tránsito. Además, denuncia la complicidad entre las autoridades y la delincuencia organizada que secuestra a los migrantes durante su travesía.
Por otro lado, una nueva caravana, denominada “La Caravana de la Revolución”, partió de Tapachula, Chiapas, el 20 de noviembre, y aunque inicialmente fueron 1,800 migrantes, la cifra ha disminuido con el paso de los días.
Al igual que en otras caravanas, los migrantes son engañados con promesas de agilizar su situación legal, pero terminan siendo trasladados a otras ciudades donde son abandonados.
Este fenómeno se repite con frecuencia en la frontera sur, donde cientos de migrantes continúan su odisea, mientras el gobierno federal desmantela las caravanas con falsas promesas de ayuda, dejando a los migrantes vulnerables y desintegrados.
Disuelven en Oaxaca caravana migrante “Bendición de Dios”
La caravana migrante “Bendición de Dios”, que partió el 5 de noviembre desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y que estuvo integrada por al menos 1,500 personas, fue disuelta a su paso por Oaxaca por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Los migrantes, provenientes de Centroamérica, buscaban regularizar su situación en México. Sin embargo, en lugar de recibir asistencia, fueron trasladados en autobuses a Guerrero y Michoacán con la promesa de poder continuar su camino legalmente, promesas que resultaron ser falsas.
Según Luis Rey García Villagrán, defensor de derechos humanos, el INM ha implementado una estrategia de desintegración, logrando disolver las caravanas a través de engaños y la entrega de documentos que no garantizan la regularización ni el libre tránsito.
García Villagrán criticó las prácticas del INM, las cuales considera deshumanizantes y engañosas, pues las autoridades aprovechan el cansancio y la vulnerabilidad de los migrantes para ofrecer soluciones que no cumplen.
A pesar de las promesas de ayuda, los migrantes son enviados de vuelta a la frontera sur o a otros estados del país, donde su situación empeora. El defensor también denunció la complicidad de elementos del INM y la Guardia Nacional con la delincuencia organizada, pues existen reportes de secuestros y extorsiones de migrantes por parte de actores no oficiales.
La fiscalía de Oaxaca rescató a 174 migrantes la semana pasada, pero la cifra de desaparecidos continúa aumentando, con al menos 500 migrantes desaparecidos en el estado este año.
La Caravana de la Revolución
Una nueva caravana migrante, conocida como “La Caravana de la Revolución”, partió el 20 de noviembre desde Tapachula, Chiapas, con cerca de 1,800 migrantes provenientes de al menos 14 países, entre ellos Ecuador, Venezuela, Colombia, y Siria. Después de caminar por varios días y pernoctar en parques y calles, el grupo avanzó hasta Pijijiapan y luego continuará su camino hacia Tonalá y Oaxaca.
La caravana, que originalmente contaba con 1,800 personas, ha reducido su tamaño a medida que algunos migrantes toman otros caminos o pagan por transporte para agilizar su viaje. La mayoría continúa con la esperanza de llegar a la Ciudad de México y, finalmente, a la frontera norte con Estados Unidos.
Según Luis Rey García Villagrán, la situación de estos migrantes es alarmante. A pesar de las promesas de acompañamiento por parte del INM, la Guardia Nacional y Protección Civil, los migrantes son finalmente desintegrados, ya que las autoridades solo los suben a autobuses para trasladarlos a otras ciudades, donde son abandonados sin apoyo.
Estas prácticas de desinformación y engaño no son nuevas, ya que otras caravanas, como la “Cristo Vive”, también han sido desintegradas bajo las mismas promesas.
García Villagrán alertó sobre la situación de vulnerabilidad de los migrantes, especialmente de los menores y mujeres que conforman la mayoría de estas caravanas, quienes deben enfrentarse a un largo y peligroso camino sin el respaldo adecuado por parte del gobierno mexicano.
A pesar de las falsas promesas, los migrantes continúan buscando mejores oportunidades, mientras el gobierno federal parece más enfocado en desmantelar las caravanas que en brindarles un trato digno.