Alberto Belmont Gutiérrez, agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía de Desaparecidos, quien se presenta como coordinador de las diligencias de exhumación de las fosas de Jojutla, en Morelos, es acusado por buscadoras de actuar con una actitud prepotente, misógina, violenta y revictimizante contra los familiares de las víctimas, especialmente contra quienes cuestionan aspectos del procedimiento o señalan irregularidades del mismo.
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Desde el inicio de los trabajos en Jojutla, el pasado 6 de noviembre, Belmont ha sido señalado por su comportamiento hostil hacia las víctimas y sus familias.
Acusaciones de hostilidad hacia las familias
Durante la primera reunión de coordinación, realizada a las 7 de la mañana del 6 de noviembre, se presentó al equipo encargado de las excavaciones y se detallaron las instituciones participantes. Sin embargo, diversos colectivos expresaron su inconformidad por la ausencia de organismos como la Fiscalía General de la República y la Guardia Nacional, los cuales podrían contribuir a la toma de muestras genéticas adicionales.
En respuesta a estos cuestionamientos, Belmont reaccionó de manera agresiva, interrumpiendo a las madres buscadoras e integrantes de colectivos.
Uno de los incidentes más señalados tuvo como protagonista a Amalia Hernández, tía de Oliver Wenceslao, un joven comerciante secuestrado y asesinado, cuyo caso evidenció las anomalías en las fosas de Tetelcingo.
Según testigos, Belmont se dirigió a Hernández de manera prepotente y burlona, intentando minimizar sus dudas sobre el proceso.
Reiterados episodios de abuso de autoridad
La conducta de Belmont no ha sido un hecho aislado. En reuniones posteriores para informar a las familias sobre los avances en las exhumaciones, se han reportado episodios similares.
El pasado viernes, Belmont interrumpió de manera abrupta y despectiva una consulta que Amalia Hernández dirigía a una agente del Ministerio Público, asegurando que “esa duda no tiene lugar”. Además, en otras ocasiones ha tenido conductas similares de familiares de víctimas de la violencia, incluidas de representantes de la Brigada Nacional de Búsqueda y otras mujeres que se atrevieron a externar sus inquietudes.
Por lo menos, los dos episodios el del 6 de noviembre y el del pasado viernes, está periodista los pudo documentar de manera personal.
Silencio de las autoridades
Ante las denuncias, Luis Goytia Pacheco, Fiscal Especializado en Desaparición Forzada de Personas, fue cuestionado sobre el comportamiento de Belmont. Al principio, se limitó a decir: “No voy a comentar sobre eso”.
Cuando se insistió si con su postura estaba avalando el actuar del agente, respondió: “No estamos avalando absolutamente nada. Aquí hay instituciones documentando, como la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, y asesores jurídicos participando en la diligencia”.
Sin embargo, cuando se le señaló que él mismo había presenciado al menos dos de estos episodios sin intervenir, Goytia afirmó que hasta ahora no había recibido quejas formales de las familias. Finalmente, al ser cuestionado sobre si la Fiscalía tomaría medidas, respondió escuetamente: “La parte institucional que tengamos que realizar, la efectuaremos”.
Amalia Hernández y colectivos denuncian abuso de poder y revictimización
En entrevista, Amalia Hernández, madre de Oliver Wenceslao y también integrante del colectivo Desaparecidos Tetelcingo y Jojutla, denunció que el comportamiento de Alberto Belmont Gutiérrez no solo ha sido hostil hacia ella, sino también hacia integrantes de la Brigada Nacional de Búsqueda y otras integrantes de colectivos. Según Hernández, el funcionario ha mostrado reiteradamente una actitud de abuso de poder, prepotencia y revictimización hacia las víctimas que cuestionan o señalan irregularidades en el proceso de exhumación en las fosas de Jojutla.
Hernández consideró que este comportamiento constituye una grave violación a sus garantías individuales y subrayó la necesidad de que el fiscal Uriel Carmona intervenga directamente. Criticó que, desde el inicio del procedimiento, el fiscal no haya puesto un pie en el panteón Pedro Amaro, donde se realizan las exhumaciones. Por ello, exigió que se tomen cartas en el asunto y se sancione el comportamiento de Belmont.
Lo mismo señalaron, por separado, integrantes de diversos colectivos, entre ellos Regresando a Casa Morelos y, en voz de representantes de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, quienes también han coincidido en que este tipo de actitudes vulneran los derechos y la dignidad de los familiares que participan en la búsqueda de sus seres queridos.
Lo que consideran una forma de intimidar a las familias para que ya no cuestionen las irregularidades.
Intentos de entrevista sin respuesta
Esta periodista solicitó, a través de tres vías, una entrevista con el propio funcionario Belmont para conocer su versión de los hechos, pero hasta el cierre de esta expedición no se ha tenido respuesta. Una de las vías fue a través de la coordinación de comunicación social de la Fiscalía del Estado de Morelos, otra vía fue a través del enlace de comunicación social de la Fiscalía de la región oriente, y finalmente, se intentó contactar de manera directa al funcionario vía WhatsApp y telefónica. Sin embargo, hasta el momento, no se ha obtenido respuesta.