La futbolista Lucía Yáñez, que se vio obligada a salir del Puebla Femenil a media temporada tras denunciar acoso, desmintió que el club le diera acompañamiento y apoyo: “me veo obligada a decir que el club mintió”, escribió la atleta.
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Lucía llegó al futbol mexicano a principios de 2024 proveniente de la ciudad estadounidense de Los Ángeles, donde se formó como futbolista. Llegó a Puebla a reforzar la defensa de un equipo que buscaba salir de la parte baja de la tabla de posiciones bajo la dirección de la entrenadora María José López, exjugadora y emblema del club.
En su cuenta de Instagram, Lucía explicó que su renuncia al equipo fue tomada tras sufrir acoso durante varios meses, en los que también fue objeto de difamaciones en redes sociales; agregó que cuando buscó a su entrenadora y a los directivos del club, se limitaron a responderle que “contaba con ellos”.
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Ya Lucía había avisado por medio de sus redes sociales que: “Desde hace varios meses una persona está usurpando mi nombre, creando perfiles falsos para atacar y pedir dinero como si fuera yo; ha realizado comentarios que han agredido a familiares, amigos, seguidores del Club Puebla femenil y a mi persona, no toleraré más y es por ello que quiero aclarar que no soy yo”.
Los encargados de llevar las redes sociales del equipo bloquearon los perfiles que la hostigaban y las cuentas donde se hacían pasar por Lucía. Después de unos meses, terminó el bloqueo y la fan page del equipo de la Franja se volvió a llenar de insultos en contra de la jugadora.
Los ataques se intensificaron
Los ataques dejaron el mundo virtual cuando el 26 de marzo lanzaron piedras en contras de las ventanas de su casa. Otro episodio fue en julio, en el partido inaugural de la actual temporada, cuando desde la tribuna lanzaron volantes donde la difamaban.
Lucía aseguró que no tuvo acceso a los videos grabados por las cámaras y que le dieron un par de días libres para que “aclarara mi mente”. Con el argumento de protegerla, la dejaron de convocar a los partidos del Puebla.
“Tengo la grabación en la que un directivo que dijo que al ser mayor de edad yo fuera sola a denunciar ante la Fiscalía General de Puebla”, agregó. Al final, dos aficionados acompañaron a Lucía a las oficinas de la Fiscalía para interponer una denuncia.
Cuando le expuso a la directiva que no podía seguir sola en la ciudad, le respondieron que la entendían y la podían dar de baja pero sin pagarle los dos meses que restaban de sueldo. Días después, el Puebla Femenil publicó en un comunicado para informar que la baja de Lucía Yáñez fue por “motivos personales”.
El jueves 3 de octubre el equipo señaló que: “A principios de septiembre y aún con contrato vigente, la futbolista manifestó su deseo de regresar a su ciudad de origen, Los Ángeles, argumentando motivos personales por lo cual, de común acuerdo y en los mejores términos, finiquitamos nuestra relación laboral".
“Durante los 9 meses que Yáñez perteneció al club, hubo acompañamiento en todo momento por parte de nuestra área de Desarrollo Humano”.
El club negó que alguno de sus “colaboradores haya intentado ocultar el caso y mucho menos haber sugerido minimizar esta situación”.
La Liga Mx Femenil, a la que pertenece el Puebla, deja a los clubes elegir sus propios protocolos para atender este tipo de casos y no hay un protocolo a nivel de liga.
Lucía Yáñez solicitó una reunión con la presidenta de la Liga MX Femenil, Mariana Gutiérrez, para exponer su caso y está en espera de una respuesta.
“Siempre llevaré una franja en mi corazón”, aseguró hoy exjugadora de la Franja.
VGB