Una falla en la energía eléctrica que dejó fuera de operación el único elevador que funcionaba en la clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Tijuana, Baja California, fue la gota que derramó el vaso para una protesta en exigencia de mejores servicios.
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En conferencia de prensa previa a una manifestación a la que ya habían convocado jubilados y pensionados del IMSS, la delegación confirmó que el problema ha retrasado al menos 36 cirugías.
El hospital cuenta con tres elevadores, todos con más de 40 años de antigüedad, pero dos de ellos estaban en mantenimiento y el único que funcionaba dejó de hacerlo desde que en septiembre las altas temperatura provocaron un apagón en la ciudad y dañaron el sistema.
A raíz de eso, los pacientes no han podido ser llevados a los pisos superiores para intervenciones quirúrgicas y el personal ha tenido que llevar por las escaleras equipo, lavandería y alimentación; para resolver esto último, el IMSS habilitó un elevador externo.
La delegación del IMSS informó que la antigüedad del elevador dañado complicó la adquisición de refacciones pero asegura que ya fue reparado y esta misma semana podría comenzar a operar, una vez que pase las pruebas de seguridad.
Los otros dos elevadores, afirmó el jefe de Servicios Administrativos, Juan Carlos Hernández, podrían volver a trabajar entre noviembre y diciembre de este año.
Sin embargo, la conferencia del IMSS no detuvo la convocatoria de la protesta, pues los ex trabajadores aseguraron que el problema es todavía más grande.
“No son los elevadores, es todo el hospital. La falta de medicamento, la falta de material, de equipo, es un hospital de casi 50 años”, dijo Margarita de León Cota, integrante del grupo de jubilados y pensionados que encabezó la queja frente al nosocomio.
Los manifestantes repartieron volantes a los derechohabientes y recabaron firmas para llevar sus peticiones a la Dirección del Hospital.
También afirmaron que la protesta era convocada y encabezada por personal retirado que sirvió en esa clínica ya que el personal activo no podía levantar la voz.
“Yo le dije a muchas personas que están laborando pero tienen miedo de represalias. De que los vayan a correr, que no les den contratos”, comentó Graciela Valle Orozco, quien trabajó 16 años en la clínica 20 del IMSS.
Tras la manifestación, el IMSS negó una falta de insumos y aseguró que el hospital cuenta con un abasto de entre 96% y 97%.