La guerra contra el narcotráfico es un pretexto imperialista para controlar geopolíticamente a América Latina, dijo el ex presidente de Bolivia, Evo Morales en el IX encuentro del Grupo de Puebla que se reúne este fin de semana en el Museo Internacional del Barroco de la ciudad de Puebla, en el que la mayoría de los dirigentes políticos reunidos coincidieron en que ahora más que nunca es necesaria «la unidad e integración de los ciudadanos en Latinoamérica, no la integración de la derecha que es la integración del mercado».
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Agregó que «la guerra contra el narco fue un rotundo fracaso, una forma de agredir a los países, muchos de los cuales están en un segundo proceso de liberación a pesar de los «procesos jurídicos a los que fueron sometidos varios hermanos políticos».
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«El imperio del mal llega a su final, el imperio del mal está para terminar, políticamente, económicamente», dijo el tres veces electo presidente de Bolivia entre los años 2006 y 2019, y quien hace cinco días anunció su intención de postularse en 2025 para un nuevo periodo.
En México la guerra contra el narcotráfico comenzó en el sexenio del expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa y ha continuado aunque con distinta intensidad con sus sucesores, el priista Enrique Peña Nieto y el morenista Andrés Manuel López Obrador.
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En el primer encuentro público de Grupo de Puebla, Ernesto Samper Pizano, expresidente de Colombia, dijo que América Latina no «está en una época de cambio, sino en un cambio de época y esto se puede entender con lo que ha pasado cuando la juventud levantó la voz en todas partes, después vino la pandemia y ahogó el grito de los jóvenes, luego se salió de la pandemia y cuando los pueblos del Grupo de Puebla pensaron que se podría avanzar en la postpandemia, se desató la guerra entre Ucrania y Rusia».
De acuerdo con Samper, «desde entonces el mundo vive un proceso de desdolarización y eso provoca que se salga de la globalización que se creyó uniría a las naciones». La dolarización, agregó, es el arma hegemónica creada para que la globalización tuviera un dueño y hubiera ganadores y perdedores.
Los participantes en la mesa de este sábado coincidieron en que al no haber globalización debe haber alternativas y por eso se apuesta a la integración de los pueblos latinoamericanos que «nunca habían estado tan desintegrados como ahora; y nunca había sido tan necesaria esa integración que empodere al sur y permita el fortalecimiento de Latinoamérica».
El llamado a la unificación para que «nuestras sociedades aprenden a juntarse y defenderse en una voz común» fue respaldado vía streaming por José Mujica, el ex presidente de Uruguay, que «deseó la mayor suerte en esta lucha constante, por momentos tediosa, de tratar de que nuestra sociedad aprenda a juntarse para defenderse, es el sueño de nuestra América, algún día tener una voz común que la defienda en el mundo».
«Es imposible seguir pensando en una América Latina desunida, es lo que más quieren en el norte del mundo, una América Latina que siga dispersa, respondiendo a intereses distintos», afirmó el presidente de Argentina, Alberto Fernández. «El mundo geopolíticamente está cambiando y ese cambio no puede pasar desapercibido para Latinoamérica».
En la primera mesa pública del foro Rafael Correa, ex presidente de Ecuador, aseguró que «es tiempo de las mujeres» y confió en que Luisa González se impondrá al empresario Daniel Noboa en la segunda vuelta del proceso electoral ecuatoriano; dio su apoyo a Claudia Sheinbaum Pardo, aspirante a la presidencia de México por el partido Morena: «sería maravilloso que en Ecuador llegué la primera vez democráticamente una presidenta y que suceda lo mismo en México, y que sea Claudia, obviamente».
Previamente también Ernesto Samper dijo de Claudia Sheinbaum que «su llegada va a ser una revolución para América Latina. No llega sólo con los ojos de mujer, llega para introducir una transversalización del género en todas las políticas públicas».
Las elecciones en Ecuador han estado mercadas por el asesinato en agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio, que había prometido acabar con la violencia que genera el narcotráfico e hizo denuncias del control que narcotraficantes mexicanos tienen en ese país, así como de amenazas que recibió de un grupo vinculado al Cártel de Sinaloa.
Bajo el lema «en unidad avanzamos» el IX encuentro del Grupo de Puebla participan además de Evo Morales, Ernesto Samper y Rafael Correa, los expresidentes Martín Torrijos, de Panamá, José Luis Rodríguez Zapatero, de España; el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.
Delcy Rodríguez reconoció la defensa de Grupo de Puebla durante los últimos nueve años del «bloqueo ilegítimo, inhumano y criminal de Estados Unidos contra Cuba y Venezuela» y Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, acusó que el golpe más duro que recibió su país fue cuando en 2021 Estados Unidos frenó la importación de oxígeno y ventiladores de respiración mecánica para los cubanos.
También está prevista la participación de Baltasar Garzón, cuyo despacho defiende al multimillonario colombiano Alex Saab encarcelado en Estados Unidos desde 2021 y quien mantiene una relación de negocios con el presidente venezolano Nicolás Maduro; es acusado de lavado de dinero.
El Grupo de Puebla creado por iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero y el ex candidato chileno Marco Enríquez-Ominami, reúne a 62 dirigentes populistas, izquierdistas, revolucionarios y progresistas de América Latina y España.
VGB