MEXICALI. - El reciente hallazgo de cuatro cuerpos en una fosa clandestina localizada en los límites entre Baja California y Sonora hace presumir a las autoridades que en esa zona podría haber otras víctimas de desapariciones reportadas en la zona de bares de Mexicali.
La identidad de los restos no ha sido corroborada mediante ADN, pero la Fiscalía General Estatal (FGE), cree que se trata de víctimas de “Los Rusos”, el grupo armado al servicio del Cártel de Sinaloa que comanda Ismael “El Mayo” Zambada.
“Sabemos que algunas de las personas que pudieran haber participado en estos casos se refugian y operan en el municipio (de San Luis Río Colorado) del estado vecino de Sonora”, afirmó el fiscal general, Ricardo Iván Carpio Sánchez.
Las investigaciones por desaparición de personas en la capital del estado ya suman 65 cateos, 60 operativos, 152 detenciones y declaraciones de testigos protegidos, según la versión oficial.
Además, hay 9 órdenes de aprehensión activas y 2 personas aprehendidas, informó la fiscalía en conferencia de prensa en la que dio a conocer que los cuerpos localizados tienen entre uno y tres meses sin vida.
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Sin embargo, las condiciones climáticas de la zona donde el termómetro rebasa los 40 grados centígrados, y la profundidad a la que fueron enterrados los cadáveres, complica precisar esta información en el menor tiempo posible, de acuerdo con las autoridades investigadoras.
De acuerdo con la FGE, el lugar ya se encuentra vigilado con apoyo de fuerzas federales y en los próximos días seguirán las labores de búsqueda.
“Tenemos que seguir trabajando por la posibilidad, obvia, de que las investigaciones indican que pudiera haber más (cuerpos), por lo tanto, es un lugar de depósitos”, admitió el fiscal Carpio Sánchez.
Entre las investigaciones que llevaron a la localización de esta fosa clandestina en el Valle de Mexicali, a las afueras de la ciudad, están las de los tres jóvenes desaparecidos en el bar “Shots” de esa misma ciudad, donde había venta de droga al menudeo.
“Hasta este momento podemos comentarles que no tenemos razones para acreditar que existe un consentimiento o un acuerdo por parte de la administración (del bar) con este grupo de criminales, sino que más bien estos grupos de criminales se infiltraron en este lugar y evidentemente por algunas situaciones de temor, algunas personas no denunciaron”, dijo el fiscal general.
Además de la reducción al horario de bares en la capital del estado, las tres desapariciones registradas en abril de este año también provocaron una reforma a la Ley de Alcoholes de Baja California para obligar a los bares a contar con cámaras de seguridad, arcos detectores de metal y personal de seguridad acreditado.