GUERRERO

Violencia en Chilpancingo y el recuento de los daños

La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, celebra la liberación de rehenes a través de negociaciones, aunque causó parálisis en la vida cotidiana y el surgimiento de críticas por el acuerdo con delincuentes

Créditos: Cuartoscuro y La Silla Rota
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 La violencia en Guerrero se ha propagado por todo el estado sin que ninguna fuerza de seguridad, ni ningún gobierno o nivel del mismo, tenga una estrategia que busque la seguridad, desarrollo y calidad de vida de los guerrerenses. Para muestra de ello el video y audio donde se ve a la presidente municipal de Chilpancingo con reunidas con grupos criminales.  En los últimos meses, "Los Ardillos" han hecho de las suyas dejando mensajes, quemando coches y cerrando autopistas de gran importancia para el comercio y el turismo. La última gran estrategia del gobierno, parece ser la de la negociación directa con estos grupos. 

Sobre lo anterior, Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, se enorgullece de las tácticas de negociación que permitieron la liberación de rehenes secuestrados así como de carreteras bloqueadas. Sin embargo, estas medidas han causado un estancamiento en las actividades diarias y la pérdida de ingresos para muchos, generando un entorno de descontento.

Por un lado, Salgado y su equipo argumentan que esta acción evitó la confrontación y resolvió la situación de manera pacífica, pero la estrategia ha sido criticada por su efecto negativo en la vida de la gente común. Por el hecho de tratarse de una negociación con criminales; las negociaciones con los secuestradores permitieron el bloqueo del libramiento de Chilpancingo, lo que paralizó la ciudad, suspendió las actividades gubernamentales y las clases, y trastornó la vida de miles de personas.

Como lo mencionó Sergio Sarmiento en su columna "Negociar con Ardillos", esta situación es especialmente alarmante dado que muchos argumentan que las tácticas de negociación con criminales dan lugar a un ambiente de inseguridad e impunidad. Este tipo de acuerdos con secuestradores y extorsionadores crea un precedente peligroso que podría alentar más actos delictivos en el futuro. Todo estos "acuerdos" fueron disfrazados como "mesas de dialogo" 

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Además, la secretaria de Seguridad Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, ha vinculado los secuestros con el grupo criminal Los Ardillos. Si bien no se ha comprobado directamente esta afirmación, añade una capa adicional de preocupación a la ya tensa situación, puesto revelaría que tienen mucha fuerza dentro del estado. 

Por último, y tal y como menciona Sarmiento, se han hecho concesiones a los delincuentes como parte de las negociaciones. En una sociedad que lucha por la justicia y la seguridad, esto es altamente cuestionable y refuerza el sentimiento de un estado fallido en el que los acuerdos se realizan con criminales en lugar de llevarlos ante la justicia.

Es importante recordar que las estrategias de negociación y manejo de crisis deben considerar el bienestar de la población en general. En esta situación, la liberación de los secuestrados, aunque es un logro importante, vino con un alto precio para la ciudadanía, lo que pone en duda la eficacia de tales tácticas en la lucha contra la delincuencia de todos los gobiernos en, al menos, más de 10 años. 

La reunión de la presidenta municipal con "Los Ardillos"

Un controvertido audio surgió en redes sociales que pone de manifiesto una conversación entre la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, y un supuesto líder del grupo delictivo "Los Ardillos". El contenido del audio ha provocado un alboroto en la escena política de Guerrero, dado que la alcaldesa parece cuestionar las decisiones del gobierno estatal y federal.

El diálogo en cuestión ocurre durante una reunión entre Hernández y el supuesto criminal. En el audio, la alcaldesa saluda a su interlocutor, a quien parece conocer, e indaga sobre su situación actual y cómo podría ayudarlo. A pesar de las implicaciones problemáticas de este encuentro, Hernández mantiene que la reunión no implicó ningún tipo de acuerdo o compromiso.

El hecho de que este encuentro haya tenido lugar, sin embargo, es objeto de críticas, ya que ocurrió después de que siete cuerpos fueran encontrados desmembrados en la capital del estado, con un mensaje dirigido a la alcaldesa. Aunque las autoridades no revelaron el contenido del mensaje encontrado en la escena, se sabe que estaba dirigido a Hernández.

Además del hallazgo de los cuerpos, la conversación en el audio entre Hernández y el supuesto líder de "Los Ardillos" es objeto de escrutinio. En la grabación, la alcaldesa parece criticar a las autoridades estatales y federales por su manejo de la situación, y parece ofrecer su ayuda al líder delictivo. Sin embargo, se interrumpe abruptamente el audio y el video, dejando incertidumbre sobre el resto del contenido de la conversación.

La controversia que rodea este audio y el encuentro documentado plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la gobernanza en Chilpancingo y Guerrero en general. Aunque Hernández ha negado cualquier tipo de acuerdo o colaboración con el grupo delictivo, las circunstancias y la naturaleza de la conversación han llevado a muchos a cuestionar la integridad y las intenciones de la alcaldesa.

El no-gobierno en Chilpancingo

Una oleada de violencia se ha apoderado de Chilpancingo, la capital de Guerrero, durante el fin de semana pasado, dejando un rastro de muerte y destrucción a su paso. Los responsables son miembros del grupo delictivo Los Ardillos, liderados por Celso Ortega Rosas, quien se reunió recientemente con Norma Otilia Hernández Martínez.

Hernández Martínez admitió la existencia de dicha reunión, aunque negó cualquier acuerdo resultante de la misma. A pesar de sus afirmaciones, las autoridades eclesiásticas sugieren que su intervención tenía como objetivo la pacificación de la región, ya que Los Ardillos ostentan un control significativo sobre quién puede transitar y por dónde.

Según los informes, la primera serie de incidentes ocurrió en la ciudad de Tixtla, donde dos taxis fueron incendiados casi simultáneamente, y el conductor de uno de los vehículos fue asesinado. Poco después, un conductor de la ruta Chilpancingo-Mochitlán fue atacado en las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).

La violencia continuó en la carretera federal Acapulco-México, donde un taxi fue disparado e incendiado en las cercanías de una estación de gasolina. En este incidente, el conductor y su vehículo fueron quemados, y tres pasajeros resultaron heridos. A poca distancia, en la misma carretera cerca del poblado de Petaquillas, un bastión de Los Ardillos, otro taxi fue incendiado con su conductor dentro.

La serie de ataques no se detuvo ahí. Se reportó un asalto a una furgoneta de la ruta Chilpancingo-Chilapa, en el que el conductor también perdió la vida. Finalmente, un taxista sufrió un ataque, resultando herido. Su vehículo fue incendiado, pero los vecinos lograron sofocar las llamas.

La espiral de terror ha causado que el servicio de transporte público se suspenda desde la tarde del sábado, y la parálisis ha continuado hasta el domingo, afectando tanto a comunidades y vecindarios en Chilpancingo como a municipios cercanos.

Las calles desiertas, los negocios cerrados y la creciente ansiedad entre los habitantes pintan un cuadro desalentador. La aprehensión se cierne sobre la ciudad, mientras las autoridades buscan restaurar la paz y la seguridad para sus ciudadanos.