COAHUILA

Claves del triunfo del PRI en Coahuila

De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares, Manolo Jiménez Salinas gano la gubernatura con 741,731 votos

Créditos: Especial - Cuartoscuro
Escrito en ESTADOS el

SALTILLO.- El Partido Revolucionario institucional (PRI) llegará a los 100 años gobernando en Coahuila. En la elección por la gubernatura de este 4 de junio, en alianza con Acción Nacional y el de la Revolución Democrática, arrasó con una ventaja del doble de votos sobre su más cercano perseguidor, Morena

No sólo eso, todo apunta a que obtuvo el carro completo en el Congreso local, donde de acuerdo con las tendencias del Programa de Resultados Electorales Preliminares, los 25 candidatos a diputados de la Alianza Ciudadana Va Por la Seguridad serán electos.

Aunque a nivel nacional el PRI se ha convertido en la tercera fuerza, a nivel estatal aun es él partidazo que alguna vez fue la la fuerza hegemónica nacional.

¿Cuáles son las claves para entender por qué ganó el PRI en Coahuila?

El analista político Jorge Márquez, académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, entrevistado por La Silla Rota, explica los factores que permitieron al PRI seguir rebosante en Coahuila, como haber abatido los altos indices de inseguridad, aprovechar la división morenista, operar el voto territorial y clientelar a su favor, y aprovechar que en algunas entidades el votante promedio no se identifica con Morena ni el presidente Andrés Manuel López Obrador.

SEGURIDAD 

En Periférico Luis Echeverría Alvarez, una de las principales vialidades de Saltillo, la capital de Coahuila, hay un espectacular que escuetamente recuerda que el estado ya no hay balaceras. La entidad norteña vivió un periodo violento durante el gobierno de Humberto Moreira, época en que los Zetas campearon a su gusto por la entidad. 

Su sucesor y hermano, Rubén Moreira, usó de slogan la frase “de la seguridad me encargo yo”. La situación comenzó a cambiar y la presencia de la delincuencia organizada comenzó a reducirse. Los habitantes dicen que Humberto Moreira llevó la delincuencia y Rubén Moreira la comenzó a erradicar e incluso siempre recuerdan que ambos hermanos están distanciados.

Después llegó el gobernador Miguel Ángel Riquelme y la inseguridad se redujo, pese a tener una vecindad con estados considerados violentos, como Tamaulipas, Zacatecas y San Luis Potosí. Incluso, una de las promesas de Jiménez fue blindar Coahuila de la inseguridad de sus vecinos.

Márquez recuerda que para combatir la inseguridad se mejoraron los sueldos de los policías, se sancionó la corrupción de los elementos policiacos e incluso se hizo una alianza con la sociedad civil.  “Eso pesa mucho” dijo.

Incluso, a diferencia de otros estados norteños, donde pesa la sospecha que intervino la delincuencia organizada, como Tamaulipas o Sonora, en Coahuila eso no se dio, dice el autor de Los retos de la gobernabilidad, el crimen organizado.

LA DIVISIÓN MORENISTA

El candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, Armando Guadiana, aceptó la noche del domingo la derrota y también aprovechó para responsabilizar al candidato del Partido del Trabajo, Ricardo Mejía, y como en campaña, lo volvió a llamar traidor, pues nunca reflexionó, como alguna vez se lo sugirió el empresario, para que declinara a favor suyo. 

Tampoco sirvió que el PT retirara la candidatura del ex subsecretario de Seguridad, pues su nombre ya no se podía quitar de la boleta. 
Como se recordará, Mejía aspiraba a ser el candidato de Morena en el estado, pero al no favorecerle la encuesta con que se eligió al candidato, rompió con el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, al que nunca se afilió, y se hizo candidato petista, con los resultados conocidos.

“El problema fue que en Morena no calcularon a Mejía. La selección de candidatos de Morena siempre parece arbitraria, como diga López Obrador. Pero esta vez se encontraron con alguien más necio. Eso los partió”. 

Mejía, quien ha pasado por el PRI y Movimiento Ciudadano y todavía siendo candidato petista mostraba su simpatía con la Cuarta Transformación, se ha caracterizado por alejarse de los partidos cuando algo no le gusta.

“No había cálculo sobre cómo se movería. No era tanto que Guadiana fuera mal candidato, quizá es más letrado que Delfina Gómez. Simplemente se les rompió el proceso por un tema de arrogancia”, dice el maestro en historia política. 

Fotografías de Cuartoscuro

EL NORTE VOTA DIFERENTE

En Coahuila no hay la efervescencia qué hay en otras entidades por el presidente López Obrador. No hay zaguanes con el rostro del mandatario federal e incluso los slogans de las corcholatas morenistas por la presidencia son escasos. 

Para Márquez, en el norte no se le da tan fácil el voto a López Obrador porque ahí los habitantes no odian a Estados Unidos, su idea de modernidad no es compatible con las propuestas sociales lopezobradoristas.

“Al norte le gusta Disneylandia y es aspiracionista”, resume. 

En seguridad ahí no se comparte lo de abrazos, no balazos, porque ahí lidiaron con el narco desde hace muchos años.

“López Obrador les puede caer bien pero su agenda no les gusta”, precisa el doctor en ciencia política. 

La sociedad civil está organizada y es muy partidista, es tomada en cuenta  y eso le da fuerza al gobierno priísta, considera Márquez.

“No veo otro estado con esa organización civil”.

VESTIGIOS DEL VIEJO PRI

Durante la noche del 4 de junio se llevó a cabo el festejo por el triunfo de Manolo Jiménez. La convocatoria fue en la Plaza de las Ciudades Hermanas, frente a la sede del PRI estatal. La calle estaba cerrada, había música y gente con banderas y gorras con el logo del PRI y algunos gritaban eufóricos “ganamos”.

A la misma hora, conseguir un taxi en Saltillo, incluso de aplicación, era complicado. Los taxistas estuvieron movilizados durante la jornada electoral llevando a gente a votar, decían ellos mismos, y al final un contingente de ellos llegaron al festejo y con banderas y el sonido de sus claxons mostraron su apoyo al ex alcalde de Saltillo. 

Además de la clase media y aspiracionista que se identifica con Estados Unidos, también está el voto territorial de los taxistas y los ambulantes.

“Eso mueve a nivel de tierra y da porcentaje de votos. Aunque también lo hace Morena, lo curioso es que ahí no se hayan dejado seducir por Morena”, apunta Márquez.

VOLUNTAD DE COMPETIR

Este lunes 5 de junio, después de que ya se conocían los resultados preliminares de las elecciones realizadas en Coahuila y Edomex, que marcaban una victoria y una derrota para la alianza, la vocera del PRI, la diputada Paloma Sánchez, cercana al dirigente Alejandro Moreno, acusó al aun gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, de operar contra la candidata Alejandra del Moral, y cuestionó si a cambio negoció una embajada. 

Fotografía de Cuartoscuro

En cambio en Coahuila desde la noche del 4 de junio, Manolo Jiménez reconoció por su triunfo a los aliados y al presidente del PRI nacional, que estaba en el templete cuando comenzó el festejo.

Para Márquez, pese a que el PRI ha sido vapuleado desde que Alito llegó a la dirigencia, también hay una tendencia de que los gobernadores que dejó el ex presidente Enrique Peña Nieto se han rendido a Morena o al presidente.

“Pero el PRI, vapuleado y con solo dos estados, Durango y Coahuila, quiere resistir”, considera.

El politólogo observa que además el actual gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, tenía la voluntad de resistir con trabajo en tierra, como el que hicieron los taxistas en Saltillo, el municipio con el mayor padrón electoral, así como con el aparato jurídico, pues la fiscalía del estado confirmó, como acusó Guadiana desde el fin de semana, que sí hubo algunos morenistas detenidos con sobres de dinero en efectivo y padrones de beneficiarios de programas sociales federales.

Jesús Zambrano, dirigente del PRD; Alejandro Moreno, dirigente del PRI y Manolo Jiménez, próximo gobernador de Coahuila.