MÉRIDA. - Iker de 7 años de edad era un niño de Chiapas, que falleció el martes 13 de junio en la avenida Líbano en Mérida, Yucatán, mientras hacía malabares en la calle. Testigos aseguran que él era víctima de trata de personas y organizaron protestas. En respuesta se realizaron operativos. Resultaron asegurados 20 menores que eran explotados laboralmente y arrestaron a una persona por privación ilegal de la libertad.
El operativo para resguardar a las niñas y los niños de Chiapas y que trabajan en las calles se realizó el 19 de junio, seis días después que Iker murió. A través de un comunicado de prensa, el Gobierno de Yucatán detalló que se catearon 12 predios, pero solo dos inmuebles fueron asegurados.
Posteriormente, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) publicó a través de sus redes sociales que arrestaron a Domingo D.G. de 42 años, quien tenía una orden de aprehensión por secuestro y privación de la libertad. Con él se encontraba una adolescente de 16 años, con quien no tenía ningún parentesco.
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“De las investigaciones policiales se supo que Domingo D. G. Tenía una orden de aprehensión vigente en esa entidad por el delito de privación ilegal de la libertad en su modalidad de plagio o secuestro, de la cual había logrado evadirse desde el año 2001”, se lee en el primer comunicado.
El Gobierno de Yucatán también precisó que ya trabaja en colaboración y de manera coordinada con la Procuraduría y el DIF del estado de Chiapas. De la automovilista que atropelló a Iker, aunque se entregó por voluntad propia, continúa la investigación.
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El cuerpo de Iker continúa en el Semefo
El cuerpo de Iker continúa en el Servicio Médico Forense (Semefo) sin ser reclamado, la información fue confirmada por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán.
Aunque organizaciones de la sociedad civil externaron su disposición para darle sepultura, sin embargo, por ley el cuerpo solo puede ser entregado a familiares.
“Atendiendo a que el menor es de otro estado, legalmente la Fiscalía y de acuerdo a su propio reglamento está impedida a entregar el cuerpo del menor a alguien que no demuestre el parentesco. Un amparo es poco viable, ya que una asociación civil no tendría interés jurídico para que les fuera entregado el cadáver del menor, tal vez sí un interés simple sí, pero no es suficiente según criterios de la corte”, declaró el abogado penalista, Moisés Velázquez.