Los migrantes que eran detenidos por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez tenían dos vías de salida, pagar 200 dólares a los agentes migratorios o ser deportados a su país de origen. Esta última opción es a la que iban a ser sometidos los 40 que murieron en el incendio del pasado 27 de marzo al no haber podido cubrir la cuota mencionada, equivalente a cerca de 3,700 pesos, denunciaron sobrevivientes, de acuerdo con información de VICE World News.
El centro migratorio donde se registró la tragedia, señalaron 3 migrantes sobrevivientes y 2 guardias de las instalaciones del INM, era un "centro de extorsión" de facto. Joan, una joven de 28 años asegura que estuvo encerrada en el mismo centro horas antes del incendio. Logró salir gracias a que su familia en Venezuela transfirió el dinero antes de las 7 de la noche de ese lunes, la fecha límite que le dieron los guardias para depositar el dinero.
“Solo estoy viva porque mi familia pagó”, dijo la mujer.
Este 4 de abril conviene recordar, un juez de Control inició un proceso penal contra cinco personas por el incendio en la estación migratoria fronteriza de "Puerto Fronterizo Lerdo”, en Ciudad Juárez, Chihuahua, la tragedia migrante en la que han muerto, hasta el momento, 40 personas y 23 más continúan hospitalizadas.
Las cinco personas son acusadas de la muerte y lesiones de 67 personas. De ellas, 28 son guatemaltecas; 14 hondureñas; 12 salvadoreñas; 12 venezolanas y una colombiana.
Un día antes, el número víctimas mortales se actualizó a 40, luego de que la Secretaría de Protección Ciudadana (SSCPC) reportara la muerte de uno de los hombres que eran atendidos en un nosocomio de la Ciudad de México a causa de las heridas provocadas por el incendio.
En días pasados, el diario venezolano El Nacional, informó sobre la condición de los centros de detención de migrantes en México, los cuales más que albergues parecen cárceles, por lo que tituló la noticia como “Cárceles disfrazadas de albergues”, pues así es como la sintieron los migrantes que han estado en alguno de los centros del INM.
“Es un centro de reclusión”, dijo Luisa Jiménez, migrante venezolana a la AFP, “No hay extintores ni detectores de humo”, dijo Moisés Chávez, migrante nicaragüense que presenció la muerte de 39 migrantes en el centro de INM en el que se encontraba detenido.