MORELIA. - Una mujer policía, salvó la vida de un sujeto que, presuntamente, estaba drogado y que se quería lanzar de un puente vehicular en la salida a Mil Cumbre, en la ciudad de Morelia, Michoacán.
El joven subió a la parte más alta de uno de los puentes ubicados en el cruce del periférico y la avenida Acueducto, brincó el barandal y amenazaba con lanzarse al vacío. Al recibir el reporte a los números de emergencia, personal policial llegó a esa zona de la capital michoacana, para atender el caso.
El joven estaba sentado en un descanso de la parte alta de las columnas de concreto, mientras los elementos se movilizaban desde el puente vehicular. A pesar de que los oficiales intentaban reiteradamente que el sujeto no se lanzaba, este insistía que se iba a arrojar al precipicio.
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Cada momento era grabado por automovilistas y se veía al muchacho cada vez que intentaba arrojarse. “No. Ven. No hagas eso”, le decían los policías.
Angie, una mujer de la policía municipal, se acercó con seguridad, habló con el joven apodado Califas, y lo empezó a persuadir de que no se lanzara. Todo quedó grabado en la body cam de los oficiales que atendieron la emergencia.
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“Veme, veme. Veme a mí, Califas. Yo te entiendo; yo soy paramédico; déjame ayudarte”, le dice Angie al sujeto.
La oficial platica que el joven les pidió una bebida energizante, pero que esa iba a tardar en llegar y que, para ella y sus compañeros, cada minuto era muy valioso para el rescate.
Cuenta que lo que tenían a la mano era un cigarro y fue lo que le ofreció al joven en ese momento.
“Mira… ¿quieres un cigarro?... acéptamelo, mira, ven. Vamos a fumarnos uno a solas. Ven. ¡No!..vamos a fumarnos uno”, le propone la mujer policía.
Angie, relata que intencionalmente le lanza el cigarro al centro del pilastrón, para que el Califas se retirara de la orilla, desde donde amenazaba en lanzarse. Otro de los oficiales interviene y le pide al muchacho que los mire a los ojos. Le prometen ayudarlo y sacarlo con bien de la zona de riesgo.
Los oficiales se hacen hacia atrás y lo exhortan a subir solo a un área segura. De pronto se escucha:
“Vámonos, Califas. Vamos a chingarnos una chela, vente. Otro cigarrito”, le dice Angie, al joven.
Una vez que el muchacho tomó confianza, se acercó a uno de los barandales y fue el momento en el que los oficiales, entre ellos Angie, lo sujetan fuertemente de las manos, lo suben y lo ponen en una zona segura.
Así, fue como se dio el rescate de ese joven, en el que participaron también cuerpos de auxilio y bomberos.